A quien no haya seguido de cerca la historia de Rotary, posiblemente verá normal la presencia de la mujer en el cuadro social de los clubes rotarios, pero hay que poner en valor el esfuerzo realizado en los pasos dados hasta ahora.

Si bien esta organización internacional fue fundada en 1905, como una asociación para hombres, no fue hasta enero de 1987 cuando una mujer ocupó por primer vez un cargo de responsabilidad en un club rotario. Fue Sylvia Whitlock, que inició ese año su mandato como presidenta del Club Rotario de Duarte, en California (Estados Unidos).

En España, sin embargo, hubo que esperar al año rotario 1998-1999 para que una mujer ocupara el máximo cargo, el de gobernadora, aunque antes sí habían ocupado otras responsabilidades. Fue María Eugenia Lapeira, del Rotary Club Madrid-Velázquez, que se convirtió en gobernadora de Rotary España (D-2200). María Teresa González, del Rotary Club de Valencia, sería la segunda en llegar a la gobernanza de Rotary España (D-2200).

Esta situación no puede considerarse ni ejemplar ni equitativa ni proporcional en cuanto a la aportación que la mujer ha realizado con su participación, sin ser rotaria, a los proyectos de servicio que los clubes rotarios han desarrollado a lo largo de este siglo de rotarismo español.

Cuestión distinta es la que se ha producido desde el 1 de julio de 2019, año en que se conmemorará el centenario del primer club europeo: Rotary Club de Madrid (1920-2020).

Rotary España-D2201 cierra el centenario con una gobernadora, Ana Isabel Puerto Prado, del Rotary Club de Gijón, con una gran trayectoria, tanto rotaria como profesional (abogada en ejercicio y con una sensibilidad y capacidad acreditada, especialmente en su tiempo de actividad en el sector de las administraciones públicas), cuestión que augura una línea de horizonte elevada, para su período de gobernanza (2019-2020), al frente del Distrito 2201.

Pero, para total satisfacción sobre el futuro inmediato de Rotary España, lo anterior solo es el inicio, pues el año siguiente (2020-2021), también será una mujer quien ostentará la gobernanza del Distrito 2201.

En este caso será Soledad Carrillo Sáenz, del Rotary Club de Burgos, con una larga y acrisolada vivencia como rotaria y, asimismo, con una acentuada orientación social, que ha quedado patente en los proyectos en los que ha tenido una participación activa.