Los vecinos de la Comunidad 112 viviendas de Cepsa II, en Azorín, mostraron ayer su preocupación por la "pasividad" que ha mostrado la Gerencia de Urbanismo con la actividad de una fábrica de cerveza artesanal, ubicada en la calle Azorín.

Tras reunirse la junta de propietarios, varios de sus miembros indicaron que los residentes "no entienden" cómo la Gerencia no había tomado "medidas preventivas", como contempla la ley, contra una actividad que la propia Gerencia ya ordenó cesar a comienzos del mes de junio, en una resolución firmada por el anterior concejal de Urbanismo, Carlos Tarife.

En ese documento, Urbanismo dejaba sin efecto, además, la comunicación previa a la instalación y al inicio de actividad clasificada de elaboración de cerveza, solicitada por la empresa un año antes.

Los vecinos han solicitado una reunión con el nuevo concejal para abordar el asunto

El informe realizado por los técnicos dejaba claro, entre otros aspectos, que la actividad se venía realizando "sin las condiciones mínimas de seguridad" de las personas y los bienes.

Los residentes han solicitado ya una reunión con el nuevo concejal de Urbanismo, Juan Ramón Lazcano, porque, a pesar de que la empresa está cerrada desde hace días, "tiene un extractor encendido continuamente que genera molestias".

Representantes de la empresa en cuestión explicaron hace unos días a este periódico que el cierre de la fábrica se había producido para realizar las obras que requería la Gerencia para adaptar la actividad.

"Cerramos en cuanto se nos notificó que se había rechazado la licencia de apertura. Y eso se produjo por cuestiones técnicas. Hemos hecho los cambios que solicitó Urbanismo y ya se ha presentado de nuevo la solicitud para la apertura", explicaron. "Una vez que tengamos la resolución, reiniciaremos la actividad", añadieron.