Patricia Hernández, alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, le hizo un guiño en una entrevista que concedió hace una semana a El Día: "Sentí que María Dolores Pelayo lograba la Alcaldía conmigo", dijo primera mujer en tomar el bastón de mando en el ayuntamiento capitalino; también el primer referente del PSC-PSOE que llega a ser primer alcalde en el periodo democrático. Abogada, senadora en la Legislatura Constituyente y diputada nacional en cinco legislaturas, Pelayo Duque vivió en primera persona el asalto al Congreso que lideró el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, el 23 de febrero de 1981. "Aquella noche volvieron los fantasmas del pasado", rescata la socialista en el desarrollo de una entrevista en la que lógicamente habla de la vuelta al poder del PSC-PSOE veintiséis años después de la moción de censura que desalojó a Jerónimo Saavedra de la presidencia del Gobierno de Canarias.

¿Le sorprendieron las palabras de Patricia Hernández?

La verdad es que fueron inesperadas. No porque no creyera que es una mujer con buenos sentimientos que quiere a su tierra, sino por el instante en el que llegaron esas palabras. Era su momento. Me llamaron por teléfono para contarme lo que había dicho en El Día y debo confesar que fue una secuencia emocionante.

¿Por qué ha tardado tanto el PSC-PSOE en llegar a la Alcaldía de esta capital?

Durante la República esta ciudad ya tuvo a un alcalde progresista. Por cierto, varios de sus descendientes siguen afiliados al Partido Socialista. Con la democracia apareció Manuel Hermoso, que si no recuerdo mal se presentó como socialdemócrata, exactamente, liberal y socialdemócrata... Yo creí que ahí residía algo del espíritu socialista que había sido laminado por 40 años de dictadura. Me equivoqué. Desde ese instante el PSOE intentó varias veces cambiar la deriva de unos gobiernos populistas que no han sabido interpretar los problemas reales de esta ciudad.

¿A qué problemas se refiere?

A los que ha sufrido cíclicamente el Archipiélago. Al margen de los periodos de crisis, Canarias no ha sabido aprovechar las tendencias financieras que eran favorables para salir de la cola de todos los datos negativos o cifras negras en materia de educación, empleo, sanidad...

Usted fue, corríjame si no es así, la primera mujer que el PSC-PSOE colocó como aspirante a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, ¿no?

Una vez... Me lo pidió el partido, pero tuve escaso éxito. Mis proyectos entonces tenían un perfil nacional -asuntos vinculados con la discriminación por sexo-, pero acepté la misión siendo consciente de la dificultad que entrañaba. Mi razón de ser como política siempre fue luchar por la autonomía, la democracia y la igualdad.

Una vez se estrenó como senadora no hubo vuelta atrás, es decir, que su carrera siguió anudada a Madrid durante más de dos décadas.

Además de pelear por posicionar a la mujer en un punto mucho más visible (eliminación de la discriminación por razón de sexo en los delitos contra la libertad sexual, de los anticonceptivos y del adulterio), fui vicepresidente de la comisión de Defensa porque me preocupaba el asunto de la OTAN y el papel que debía tener la mujer en el Ejército y me desviví por los problemas canarios: gracias a mí se constitucionalizó el REF. A continuación llegué al Congreso y allí trabajé a fondo la igualdad en el matrimonio y la Ley de Divorcio. Di mucha batalla a la Iglesia y llegaron a amenazarme con una condena divina... Con algo malo (ríe).

¿La vuelta de la Santa Inquisición?

Más o menos (sonríe)... Fueron años muy duros para las mujeres que queríamos ejercer la política.

¿Sigue siendo socialista?

Sí... Fui una de las primeras firmantes de una Asociación Socialdemócrata de Canarias en 1976. Eso ocurrió antes de que llegara la Ley de la Reforma Política. Ese fue el punto de partida de los ideales que aún defiendo: me considero una persona centrista, aunque escorada al centroizquierda, que ha defendido siempre la dignidad de los seres humanos, la justicia, la libertad...

¿Le ha sorprendido el ascenso del PSC-PSOE en el mapa político canario?

No, no me ha sorprendido... Creo que hemos sabido encauzar el dolor, la injusticia y la rabia de una recesión económica que le achacaron a José Luis Rodríguez Zapatero. La derecha nunca reconoce sus culpas y el capitalismo menos aun. La manera de entender el capitalismo mundial por parte de los mayores avariciosos de este planeta condujeron a la civilización occidental a la bancarrota. A partir de ahí cambió la organización social.

¿Se refiere al hecho de que ahora los pobres son más pobres y que da la sensación de que hay una clase media y una clase alta?

La esperanza que existía después de la Segunda Guerra Mundial de crear una clase media desapareció. Esa clase media no es real porque no existen unos cimientos de justicia social sobre los que cualquier ciudadano pueda asentar su proyecto de vida. El Fondo Monetario Internacional y los hombres de negro se dedicaron a arruinar países de forma despiadada, algo que en el pasado habría generado una revolución o guerra.

¿Por qué ese estallido social, afortunadamente, no fue a mayores?

Algo de culpa tuvo el colchón de solidaridad y bienestar social que construimos los socialistas. Aquí la gente se olvida pronto de unas herencias franquistas que dejaban muy poco margen de maniobra a los políticos que nos tocó voltear esa situación en 1977. Las tasas de inflación y analfabetismo existentes en España eran terribles y no quedó más remedio que reconstruir un país destrozado por los recuerdos de la Guerra Civil. Una de las misiones de las más me siento orgullosa estuvo vinculada con las medidas que se tomaron a finales de los años 70 para favorecer el retorno de las personas que deseaban volver a este país después de tener que emigrar de forma obligada: durante los años del franquismo hicieron las maletas más de tres millones y medio de personas... La educación fue uno de los pilares sociales que más reforzaron los socialistas, a pesar de contar con el escaso apoyo, o nulo, de los populares. La gente se escapaba de España porque no encontraba soluciones de vida y, poco a poco, el PSOE las puso sobre la mesa. Discutíamos mucho por lograr unas conquistas básicas, pero necesarias para vivir un poco mejor. ¿Usted sabe lo primero que hizo Jerónimo Saavedra cuando llegó a la presidencia del Gobierno de Canarias?

¿Qué hizo?

Escuelas, escuelas y más escuelas... Sembraron Canarias de escuelas. Con un presupuesto para educación pequeñísimo, creo que era de unos dos mil millones de pesetas, se abrieron muchas escuelas y luego Loly Palliser amplió esa tarea con la Escuela Oficial de Idiomas. La formación es clave para poder defenderse en la vida... A los socialistas no nos han puesto las cosas fáciles nunca; históricamente nos culparon de todos los males. Solo les ha faltado decir que fuimos los responsables de quemar Roma.

¿Una curiosidad, qué sintió el 23 de febrero de 1981?

Yo era una de las personas que secuestraron en el Congreso de los Diputados. Aquella larga noche me dio tiempo para pensar en varias ocasiones que este país no tenía solución. Además, yo era vicepresidenta primera de la Comisión de Defensa. Todo aquello me recordó a los pronunciamientos del siglo XVIII y XIX y mi pregunta fue: ¿Qué hacen los militares metidos en este lío? Los soldados me tienen que defender a mí de los enemigos externos, no agredirme y secuestrarme. A veces nos dejamos llevar por esos cantos de sirenas que escuchó Ulises (La Odisea) y que tratan de pervertir la democracia con populismos baratos... ¡La vida es dura!

¿Se refiere a las políticas que se hacen desde los extremos?

Me refiero a los populismos.

¿A Vox y a Podemos?

Yo aún estoy descubriendo a Vox. Hasta hace poco era partidaria de no darle agua ni a Vox ni a Podemos, entre otros motivos, porque llegaron con un lenguaje absolutamente exterminador y negacionista sobre lo que se había construido hasta la fecha. Los estados que son fuertes son los que han sabido reconstruir y, sobre todo, mejorar las cosas buenas que ya tenían. Ahí se concentra la esencia del buen gobierno y del buen político; nadie tiene la verdad absoluta. Ningún partido está en posesión de una fórmula mágica que solucione los problemas sociales. Los conflictos hay que afrontarlos con nobleza y lealtad hacia los ciudadanos, no con traiciones. Las conductas pueblerinas de quítate tú para ponerme yo o las mentiras políticas no sirven para regenerar la democracia. De Podemos me separan muchas cosas, pero son menos que las que me obligan a tomar distancia con respecto a Vox. Los extremos son malos vengan por la derecha o por la izquierda...

¿Está decepcionado de la actual clase política?

Con la política no, con algunos políticos. También me siento muy decepcionada con algunos periodistas y con muchos ciudadanos que no contribuyen como deberían a tener una sociedad más justa.

¿Este PSC-PSOE tiene futuro?

Conozco bien el PSC-PSOE porque llevo muchos años militando en él... El Partido Socialista tiene para mí la mejor ideología porque abandera la igualdad, la justicia y la solidaridad.

¿Sí, todo esto está muy bien, pero 26 años después de presidir el ejecutivo regional existe esa solidez para encauzar las diferentes responsabilidades de gobierno?

Entonces se cometieron muchos errores humanos...

¿A qué se errores refiere?

A errores humanos que cometen personas que forman parte de los partidos políticos. Algún compañero/a se ha llevado una bronca cuando veo que nos desviamos del rumbo que debe seguir el PSOE. Todas las ideas son buenas, pero las mejores son las que solucionan los problemas de los ciudadanos. Este partido no trabaja para hacer rico a los más ricos, debe pelear por una tener una sociedad inclusiva. El capitalismo es poderoso y no tiene corazón. Eso es lo que nos llevó a cometer errores que se pagaron durante muchos años. En democracia es bueno la alternancia, un cambio para ventilar las formas de hacer política.

¿Qué parte de culpa a tenido la ola nacional del PSOE para reconquistar el poder en Canarias?

El PSOE ha vuelto a mirar hacia sus raíces, tiene un programa de gestión y un buen líder... La ola nacional ayudó, pero el PSC-PSOE sabrá gobernar. Sánchez presentó una moción de censura por dignidad democrática y ese es un gesto que le voy a agradecer de por vida.

¿Hay miembros del PSC-PSOE que han tomado posesión de sus cargos en Canarias que nunca fueron de Pedro Sánchez?

Bueno, pero son socialistas... La grandeza del PSOE es esa. Este no ha sido el primer desencuentro entre afiliados en nuestros 140 años de historia y seguro que no va a ser el último. El valor de la socialdemocracia es el amplio espectro que abarcan los puntos en los que se sitúan las corrientes que se posicionan en los extremos.

¿Acudir a otra cita electoral nacional sería un "suicidio democrático"?

La democracia tiene sus reglas y si los partidos no se ponen de acuerdo habrá que volver a votar, ¿no? Ahora es cuando vamos a ver con mucha claridad quiénes quieren hacer política de Estado.

El desgaste que sufrió el PSOE en el primer lustro de la década de los 90 es similar al que ahora pasa CC... ¿Entiende la "cacería" que se ha montado en torno a los nacionalistas?

Coalición Canaria se ganó a pulso su expulsión de los gobiernos; la gente aun no lo conoce todo pero lo conocerá. La prepotencia es mala compañera y ahora eso es lo menos que puedo decir... Han gastado dinero público muy mal frente a las necesidades de los ciudadanos.

¿Volvería a hacerse socialista?

¿Yo? Mire, antes que socialista yo soy demócrata. Amo la democracia y puse en riesgo mi vida familiar por ella.