El político nacionalista, que ejerció como portavoz de Coalición Canaria (CC) en Ayuntamiento capitalino durante el anterior mandato y que en esta legislatura figurará como diputado en el Parlamento de Canarias, manifestaba ayer que la pérdida de la alcaldía de la capital tinerfeña representa, sin lugar a dudas, "un palo", pero no se refería a lo personal, sino por lo que supone "para el municipio de Santa Cruz y también para la democracia".

Es más, ironizó al manifestar que si el sábado había sido un día histórico, tal y como en distintos ámbitos se ha venido repitiendo desde entonces, lo fue sobre todo "por el hecho de que por primera vez en la historia de esta ciudad alguien llega a la alcaldía con el apoyo de dos tránsfugas".

Y es que, en opinión de Díaz-Estébanez, "el problema no es que se haya montado un pacto de la incoherencia", el que a su juicio integran PSOE, junto a Cs y Unidas Podemos, sino que lo sucedido en Santa Cruz de Tenerife representa "un evidente ejemplo de transfuguismo", al más puro estilo de lo que en la política española se conoce, de unos años a esta parte, como un tamayazo.

A propósito, Estébanez confesó a este periódico cómo hasta el mismo viernes, horas antes de que tuviera lugar el acto de constitución de los municipios, "había algo que ya nos olía a chamusquina", en buena medida por "el secretismo sospechoso" con el que se habían manejado los ediles de Cs.

Esta impresión se iba fundando, según el político nacionalista, en la indefinición que ya habían mostrado durante los días previos, precisamente mientras se avanzaba para dar forma a un documento "sin apenas discrepancias", aseguró, lo que en el fondo hacía presumir que "estaban preparando una jugarreta, como así se confirmó posteriormente".

Con la mosca detrás de la oreja, a pesar de ser CC el partido más votado en los cinco distritos y estar ideológicamente cercano a los presupuestos políticos de Cs, Estébanez reconoce que en el seno nacionalista existía un "evidente runrún", una cierta incertidumbre que terminó por hacerse realidad en la mañana del sábado.

En este sentido, se preguntaba cuáles son las motivaciones qué existen detrás del comportamiento de los concejales de Cs. "¿Es una cuestión visceral, de odio, o hay otro tipo de razones, de intereses determinados, a cambio de algo, lo que los ha llevado a desobedecer las pautas marcadas por su partido?".

Sostiene Estébanez que lo sucedido en Santa Cruz de Tenerife "hay que clarificarlo", que a la dirección de Cs "le corresponde culminar el expediente de expulsión de los dos concejales indisciplinados" y también consideró que Patricia Hernández "debería aclarar hasta donde llega la implicación del PSOE en este asunto".

Desde su punto de vista, la salida más digna que les queda a los ediles Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano no es otra que "entregar sus actas porque, si no lo hacen y se mantienen durante el mandato como concejales no adscritos, lo triste y cierto es que Patricia Hernández pasará a la historia por ser alcaldesa con el apoyo de dos tránsfugas".

Y en el supuesto de que "estas personas, desenmascaradas, decidan dar un paso al costado y permitir que corra la lista", Estébanez entiende que se debe activar el mecanismo democrático de "una moción de censura que ponga fin a esta pantomima".