Cuatro rifles, 18 carabinas, 364 escopetas y 54 pistolas y revólveres, con precios que oscilan entre los 10 y los 1.300 euros. Son las 440 armas que se subastarán en la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife el próximo 17 de junio, a las 10:00 horas, fecha que adelantó El Día a mediados de mayo, las cuales solo durante esta semana, hasta el viernes y en horario de nueve de la mañana a una del mediodía, permanecerán expuestas en el acuartelamiento situado en la calle Conde de Pallasar, número 3, en Ofra, para aquellos que estén interesados en su adquisición.

Se trata de armas, según explica el capitán de la Guardia Civil Manuel Eymar, que han sido entregadas por sus propietarios para que sean subastadas y conseguir algo de dinero por ellas. "En algunos casos, lo hacen porque las licencias de uso han caducado y ya no quieren o no pueden renovarlas, y en otros, porque las armas en cuestión pertenecían a familiares fallecidos y las han heredado. En el supuesto de que en la puja nadie esté interesado, los rifles, escopetas, carabinas, revólveres o pistolas se convertirán en chatarra", señala el capitán.

El dinero que se consiga se entregará a los dueños de las armas. Ante el hecho de que sea la Guardia Civil la que se encargue de subastar armas de particulares para su propio beneficio, Eymar indica que "se ha realizado así toda la vida, aunque es cierto que ahora hay un proyecto de reglamento en el que este tipo de subastas desaparecerán, por lo que cuando las armas se entreguen, estas serán destruidas".

El capitán recuerda que los particulares no pueden venderlas y que solo se pueden traspasar cuando la otra persona cuente con licencia.

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on respecto a las armas que son intervenidas, Manuel Eymar apunta que estas pasan a disposición judicial, por lo que es el Juzgado el que decide si estas se devuelven a su propietario o si son destruidas. "Nosotros solo subastamos las armas que son entregadas por sus dueños", insiste el capitán de la Guardia Civil.

Aquellos que quieran participar en esta puja deben cumplir un requisito imprescindible, tener la licencia correspondiente al arma que se vaya a adquirir. "Hay varios tipos de permisos. Para las armas más normales, que son las destinadas a la caza menor, como el conejo y la perdiz, o para la práctica del tiro al plato, es necesaria la licencia E; para las de tiro deportivo, la F; para las de caza mayor, como muflones o jabalíes, la D; para la vigilancia de seguridad privada, la C; y para defensa personal (armas cortas), la licencia B", manifiesta Manuel Eymar.

Para obtener cualquiera de estos permisos se debe abonar una tasa, que asciende a 94,09 euros, cantidad a la que hay que sumar la tasa del examen que tiene que superarse sobre el reglamento de armas, que asciende a 15,27 euros. La renovación de la licencia cuesta 11,45 euros. Es requisito obligatorio carecer de antecedentes penales y está prohibido haber tenido algún altercado con la Policía. Asimismo, es necesario superar un reconocimiento médico y psicotécnico. Además, para las armas de caza, se debe contar con el permiso de caza que concede el Cabildo; para el tiro al plato, con la licencia federativa, y para las armas de defensa personal, se debe demostrar que existe un peligro real por el que es necesario que la persona esté protegida.

Por ejemplo, para la subasta que se celebrará el día 17 en la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, se ofrecen más de 20 pistolas para defensa personal, con precios que oscilan entre los 10 y los 500 euros. "Los ciudadanos que las adquieren suele ser policías jubilados, políticos o jueces que temen por su vida, que se sienten amenazados. En la Isla hay algunos casos, podemos estar hablando de que en la actualidad hay concedidas unas 50 licencias de este tipo. Cuando se solicitan estos permisos, petición que debe realizarse a través de la Dirección General de la Guardia Civil, en la mayoría de los casos no solemos otorgarlos. Y es que se debe demostrar que realmente existe un peligro. No es suficiente con decir que se tiene miedo a un robo en casa", aclara el capitán Manuel Eymar.

Entre las armas que se subastarán el próximo lunes, Manuel Eymar destaca una "pistola pequeña de bolsillo", por 69 euros; una pistola de más de 100 años que perteneció a un coronel de la Guardia Civil; una pistola de solo 10 euros que está en buen estado; y un arma de competición, con un precio de salida de 1.300 euros. También hay un trabuco, cuyo propietario no lo usó nunca, con un precio de 150 euros, y escopetas con las más curiosas pegatinas. El capitán de la Guardia Civil prevé que de las 440 armas que se van a subastar, solo se adjudiquen unas 40. "El resto irá a chatarra", añade.

Además de contar con la licencia correspondiente, para poder participar en esta subasta, la persona interesada rellenará con sus datos personales una instancia que le será facilitada por la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Asimismo, deberá rellenar el formulario de la propuesta de oferta de adquisición, que es el documento donde se hace constar el lote por el que licita y la cantidad que desea pagar por el arma en cuestión. A continuación, deberá abonar el 25% del precio de salida de arma en calidad de fianza. La oferta se formalizará por escrito y en sobre cerrado. No se admitirán ofertas formalizadas por correo. El lunes 17 se abrirán los sobres.

Unas 50 licencias en la Isla para personas que "tienen miedo"

En la subasta de 440 armas que se celebrará el próximo 17 de junio en la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife se ofrecen más de 20 pistolas para defensa personal, con precios que oscilan entre los 10 y los 500 euros. Para poder optar a ellas, se debe contar con la licencia de armas tipo B, según explica el capitán de la Guardia Civil Manuel Eymar, que se otorga a aquellas personas que se sienten amenazadas, que tienen miedo porque temen por su vida, siempre y cuando demuestren que el peligro es real.

"La mayoría son policías jubilados, políticos o jueces. En la Isla hay algunos casos. En la actualidad, hay concedidas en Tenerife unas 50 licencias de este tipo", apunta el capitán. Este cuenta que cuando se solicitan estos permisos, "en la mayoría de los casos no solemos otorgarlos, pues tenemos que creernos que el peligro existe, no es suficiente con decirnos que tienen miedo de que les roben la casa".