El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, y el obispo auxiliar de Bilbao, Joseba Segura, presidirán mañana la ceremonia de consagración de la nueva iglesia de Almáciga, en Anaga -el inicio será a las 16:30-. Su construcción había comenzado hace trece años.

La apertura al culto del templo se producirá 70 años después de la llegada a la costa de Taganana de una botella lanzada al mar por peregrinos de Bilbao en una travesía a Santiago de Compostela.

En dicha botella se habían introducido estampas de la Virgen de Begoña, lo que dio origen a su veneración en Almáciga, primero con el envío de una imagen de la Virgen en 1950, y ahora con la construcción de la iglesia.

Para la construcción del templo se ha contado con donativos tanto de los habitantes del caserío de Anaga como con la recaudación de la Cofradía de Begoña, que permitió enviar 18.000 euros en dos años.

Para celebrar la bendición del templo se ha organizado una peregrinación desde Bilbao, encabezada por el obispo auxiliar, junto a alguno de los peregrinos que lanzaron la botella al mar en 1948.

La historia comenzó el 29 de abril de ese año cuando el bilbaíno Martín Valle, que iba con su grupo de Acción Católica a bordo de un barco en peregrinación a Santiago de Compostela, lanzó una botella al mar con un mensaje religioso y cinco estampas de la Amatxu.

La botella llegó en abril de 1949 a la playa de Almáciga, ubicado en el nordeste de Tenerife, cuyos vecinos acogieron el mensaje como un designio divino y decidieron que la Virgen de Begoña fuera su patrona.

Conocida la historia en Bilbao, se inició en esta ciudad una cuestación popular para sufragar una imagen de la Virgen de Begoña, que llegó a Tenerife en mayo de 1950 y fue entronizada en una pequeña ermita.