La empresa constructora que derribó el número 23 de la calle Puerta Canseco, en la zona de Miraflores, ha pedido una indemnización al Ayuntamiento de Santa Cruz por el tiempo que estuvo la obra parada, a raíz de que el Cabildo de Tenerife ordenase su suspensión.

A finales de 2017, la Corporación insular decidió parar la demolición del citado inmueble, para sustituirlo por nuevas viviendas, a pesar de que la empresa, Isieve, propietaria del solar, contaba con la licencia de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento para ejecutar los trabajos. Estalló la guerra entre el Cabildo y el Consistorio por la protección del patrimonio, pues el primero aseguraba que las viejas casas de Miraflores debían protegerse aunque no estuviesen incluidas en el catálogo municipal.

La pelea llegó al Juzgado y este le dio la razón al Cabildo, aunque finalmente, y a raíz de los informes del Cicop, el número 23 de Puerta Canseco fue derribado, como otros más de Miraflores. Quedan aún tres para los que se han solicitado licencia de demolición, pero el Cabildo se niega otra vez a que sean derribados.

Por el tiempo que estuvo la obra parada y por las medidas de seguridad que tuvo que llevar a cabo la constructora en el número 23 para evitar desplomes, esta ha reclamado una indemnización de 16.000 euros. La responsabilidad ha sido asumida por Urbanismo, aunque considera que solo se deben pagar unos 8.000 euros. Sin embargo, el Consejo Consultivo de Canarias señala en un dictamen que se debe iniciar de nuevo el expediente administrativo y estudiar a qué administración corresponde realmente la responsabilidad, si al Ayuntamiento o al Cabildo.