Cinco de los siete taxistas -propietarios o conductores- de taxis adaptados en la capital rechazaron ayer que las personas con movilidad reducida (PMR) paguen más que el resto de usuarios de este transporte, tal y como denunció hace unos días la plataforma Queremos Movernos.

"La discapacidad no tiene costes extra en los taxis. Los adaptados nos vemos en la obligación de trabajar de una manera distinta. Atender a las PMR con las que trabajamos tiene mucho de vocacional. Lamentablemente, Santa Cruz solo cuenta con siete vehículos adaptados, a pesar de contar con 700 licencias", defendieron estos profesionales.

Explicaron que la mayoría de los servicios son prestados bajo cita previa, "ya que es la única manera de garantizar al usuario su traslado a la hora pactada". "Y hacer esto conlleva renunciar a cualquier posible servicio que nos retrase la recogida", añadieron. También indicaron que el usuario del taxi adaptado "sabe y es consciente" de lo que supone este servicio y las particularidades de cada uno de ellos.

Los profesionales recordaron que la ordenanza que regula el servicio de autotaxi recoge la figura de "precio pactado" que se utiliza para los servicios mínimos dentro de la ciudad.

"Precio mínimo en servicios urbanos que, aunque el taxímetro en algunos recorridos superaría el importe, nosotros mantenemos en 7,50", aclararon. "Hay que tener en cuenta que para llegar a la hora pactada debemos iniciar el desplazamiento una media hora antes, y la hora de espera de un taxi es de 15,05 euros, según la tarifa actual", añadieron. Los servicios fuera del casco urbano se hacen con taxímetro (tarifa 3), como cualquier otro taxi.