Acabar con los robos a los visitantes y garantizar la tranquilidad a los vecinos. Son los principales cometidos de los dos agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife que se encargan de la vigilancia del Parque Rural de Anaga, desde el monte hasta el litoral.

Desde que se creara este servicio, en el año 2012, las funciones de los azules que protegen uno de los parajes de más extensión de la capital chicharrera se han centrado en labores disuasorias, en cuestiones medioambientales, en la gestión de incidencias en las carreteras, y en actuaciones ante la proliferación de robos a los turistas de carteras, material fotográfico y documentación, logrando reducirlos de manera considerable.

Según datos de esta unidad de la Policía Local en Anaga, hace unos dos años se producían en torno a 7 u 8 robos de coches al día en la zona, mientras que en la actualidad se producen 1 ó 2 al mes. Aún así, los agentes aseguran que "es muy difícil luchar contra estas situaciones debido a la extensión de este parque natural".

Los dos policías de Anaga cuentan que su jornada comienza con los controles de tráfico oportunos en horario de apertura de los centros educativos de San Andrés, con el objetivo de "velar por la seguridad de los pequeños". Además, también llevan a cabo tareas de detección en el menudeo de estupefacientes en la zona, así como de control del absentismo escolar.

Una vez finalizada la entrada de los menores a sus centros educativos, el cometido de estos dos agentes se centra en perseguir y erradicar los actos vandálicos y delictivos en el Parque Rural de Anaga. Para ello, cuentan con la ayuda de los cuatro efectivos del área de Medio Ambiente del Cabildo tinerfeño, "quienes colaboran activamente en la defensa de los intereses del espacio, declarado Reserva de la Biosfera desde 2015". Asimismo, se suman a estos esfuerzos los 13 agentes forestales de la Unidad del Medio Natural (UMEN) del Ayuntamiento chicharrero.

En su ronda diaria, los policías de Anaga acuden a los puntos más concurridos por los turistas, como son el Centro de Visitantes de la Cruz del Carmen o el Albergue Montes de Anaga, sin olvidarse de todos aquellos que viven en las localidades de Las Casas de La Cumbre, Taganana o El Bailadero. Es por eso que, tras años de servicio, los habitantes ya los consideran como una parte esencial del parque.

La unidad policial de Anaga también destaca, en relación a sus funciones, las cuestiones relacionadas con el entorno y cuidado de la zona. "Para ello, debemos tener muy en cuenta las normativas de pesca y sobre senderismo, y conocer la flora y fauna de este parque natural", señalan. En este sentido, y por tratarse de una zona especial para la protección de las aves (ZEPA), en numerosas ocasiones se levantan actas de servicio contra el uso indebido de drones y otros vehículos aéreos teledirigidos.

"El año pasado, tramitamos más de 250 actas por el uso indebido de las instalaciones del parque, por la comisión de temeridades contra el medio ambiente en la zona, o por temas de tráfico, entre otras cuestiones", manifiestas los agentes de la unidad de la Policía Local de Santa Cruz en Anaga.

Estos indican que una de las últimas actuaciones que se han llevado a cabo en este enclave natural y protegido ha consistido en el desalojo de una comunidad de gatos asilvestrados en la playa de Las Gaviotas, porque podían afectar a la fauna de la zona. "Estuvimos mucho tiempo gestionando el traslado de estos animales a otro lugar hasta que una protectora se hizo cargo de ellos", señalan. Los agentes aprovechan para destacar que la colaboración ciudadana en este y en otros asuntos es "esencial". "Somos una policía comunitaria y los vecinos colaboran activamente con nosotros", resaltan.

El Parque Rural de Anaga cuenta con una extensión de 140 kilómetros cuadrados, de los cuales, un 80%, aproximadamente, se ubica dentro del municipio capitalino. A las poco más de 2.000 personas censadas en este enclave natural, se suma una importante cifra de visitantes que son atraídos por el elevado interés medioambiental y turístico del macizo.