Triqui-Traques (1968), la murga en concurso más antigua del Carnaval, inicia un nuevo ciclo con Javi Ramos El Gaviota al frente de la sociedad, lo que supone el fin de ciclo de Jose Castilla, quien desembarcó en la tribu del Carnaval cuando no habían inventado el show. Después de su incursión en los Titimasacorales (1985), junto a Encinoso -que luego saldría en Singuangos- y Nesti -que tras militar en Ni Pico fichó en Mamelucos-, Castilla se suma a Triqui-Traques. Tuvo el honor de conocer a la fundadora de la institución, Mama Lala, de la que recuerda que falleció en pleno Carnaval de 1987.

Daba vértigo, admite. Por entonces, la costumbre era comenzar de componente vendiendo libretos, aunque él nunca lo hizo. En 1988 fue tesorero y asumió la responsabilidad del disfraz, hasta que en 1990 Chalo Caraballo decide dejar la presidencia y acepta el reto, coincidiendo con un declive de la murga. Recuerda que en 1987 la base de los componentes se había marchado a Trasnochados, lo que obligó a afrontar una refundación, con un nuevo concepto de murga. Se había impuesto las voces y el espectáculo con los Chichi, Singuangos y Mamelucos. En 1993 saldría al frente Francis Robayna y al siguiente, Domingo Báez. Hasta entonces, Triqui y Diablos se turnaban el pase a la final, recuerda Castilla.

1994 fue otra edición difícil para Triqui. El año del comunicado del jurado de murgas, en el que estaban, entre otros, Andrés Chaves y José H. Chela. "No pasamos a la final y nos quedamos 14 personas. Alguien de la murga conocía a unos chicos de Chinchosos y abrió la posibilidad de que vinieran Félix Padilla y Francis Trujillo, y también se sumó Lucas Mujica, aunque llegó desde Ni Pico, con Esteban. Me llamó la atención, porque venían de ganar un primer premio". En 1995 Triqui vive la primera de las dos etapas de oro, y hace historia la tribu del Carnaval con "Sor Catalina". Recuerda Castilla que entonces la letra de los temas de la final se llevaban a las ocho de la noche, antes de comenzar y había 20 minutos para cantar los temas y el resto no contabilizaba. Ese año estuvieron en total unos 50 minutos, lo que motivó que se cambiara la forma cronometrar el tiempo de concurso.

Pero para Castilla el mejor año no fue 1995, ni siquiera 2006, cuando volvieron a renacer, y sorprender, con "La Posesa". "Tuvimos ediciones buenas, como 2000, cuando se fue Félix Padilla, vino Pedro Mengíbar y salimos 40 componentes justos. Incluso tuvimos que suspender algunos ensayos después de Reyes porque éramos solo 16 personas. Pero tuvimos muchas actuaciones y en el Teobaldo Power, de La Orotava, hasta nos pidieron que cantáramos todo el repertorio".

Personalmente se queda con 2010, porque se divirtió muchísimo, el año que cantaron los temas de la Orquesta Sinfónica y la Natación Sincronizada. La última vez que ganaron un primer premio de Interpretación, por ahora. Casi tiene tantos años de historia en Triqui como premios: 34 de componente-presidente y 30 premios, de ellos seis primeros.

Con Castilla se repasan más de 30 años de historia del Carnaval, como 1996, cuando se estrenó el recinto ferial, y con Félix Padilla y Pedro Mengíbar en Triqui.

A la siguiente edición, que ganaron segundo de Interpretación, recuerda que viajaron a un hermanamiento con Cádiz. "En el avión viajamos el presidente, Lorenzo Olarte, y la murga". "Desfilamos allí, la gente se sorprendió porque éramos muy numerosos -unos 70- y el público no esperaba un tema más largo. Eso fue en pleno Carnaval. Me llamó la atención eran las cuatro y media de la mañana y las calles estaban a reventar, con Los Palomos, que habían sido el cajonazo de ese año". En 1998, el público nos dijo que nos habíamos equivocado a la hora el elegir el repertorio. Al año siguiente, Las Superchochas, "hicimos una final mala. Todavía hoy cuando repaso los vídeos me cuesta pasar del pasacalle".

Mengíbar asume la dirección y las letras en 2000, con pocos componentes y un año muy duro, pero obtuvimos una recompensa muy grande. Al siguiente año vuelve Félix Padilla y en 2002 fue su último como director. Llegó el cambio, porque las letras no llegaban al público.

Se le dio la oportunidad a alguien de la casa: Lucas Mujica, con letras del grupo de Fran. En 2003 fue la primera edición del Encuentro de Murgas de Candelaria. Aunque no cogieron premio fue un año muy bueno, asegura.

Llegó la Posesa, y El Potaje, en 2006. "Me sorprendió mucho la reacción", otra actuación histórica de Triquis, un ciclo que, aunque en 2007 consiguieron segundo de Interpretación, prolongaron los primeros desde 2006 a 2009, una época que borda musicalmente Lolo Tavío.

Tino Nino, Plan General, Las Pijas, Feriantes, El Sado, Frankestein, Piscina, Orquesta Sinfónica... acapararon el hit parade del concurso, y la historia del Carnaval. En el año 2011 fue el primero del Estadio -la fase fue en el recinto-, y la distancia con el público no ayudaba a conectar. Igual ocurrió en 2012. "El estadio no era el aforo más apropiado, y menos para nuestro estilo".

Ya en 2013 colabora con Triqui Marco González, y el grupo de Fran Bermúdez había dejado de escribir en 2012. Óscar Gómez sale en 2014 y llevamos cuatro temas de Bazzocchi, el año del Stripper.

Domi González, entonces director de Trapaseros, se pone al frente de Triqui en 2015, con montaje de Fran Trujillo, y no pasan a final. A la siguiente edición, Domi deja la murga en diciembre y se pone al frente Marco. Pasan a final.

De nuevo en 2017 se pone al frente Marco, en una apuesta por un humor que no llegó al público. Cambio de dirección en 2017, con Otero hijo, y Zeben en la dirección musical. Su premio, en el primer 50 aniversario, su la final, para llegar a 2019, con Fran Trujillo, con colaboración de Domi y Félix Padilla en letras.

"Hemos tenido muchos años muy buenos; han sido pocas las ediciones que no conectamos". Curiosamente, asegura que siempre le gustaba la murga crítica, a la vez que admite que hacer humor era muy difícil, aunque Triquis sacó su cátedra en ese género. Y marcó una época, hasta pasarle factura con el paso de los años, porque ni esa gente, ni esos letristas están, analiza.

Admite que ahora Triquikonas han adoptado el estilo Triqui en murga femenina, que les ha dado resultado y que viene de gente de la casa.

Javi El Gaviota llega a Triqui en 2007 y toma el relevo a Castilla. Su consejo, "ser uno mismo". "La murga ha entrado en una etapa complicada. Ahora captar componentes nuevos es complicado; hay poco niño en murgas infantil. El murguero murguero se va perdiendo, porque se ha perdido el compromiso, y combinar trabajo, familia y ensayo. Esto tiene fecha de caducidad. Ahora se pide mucho a costa de poco sacrificio. No sé qué futuro va a tener esto, pero no veo la afición que había hace diez años por entrar en una murga", analiza.

Es partidario de preliminares, con dos fases y una final, y hasta no descartaría una final donde los elegidos por el jurado interpretaran un tema, además de ser partidario de que "venga quien quiera al concurso y de ir donde quiera cada murga".

Ahora descarta salir en murga, y admite que no le disgustaría salir en rondallas, otro género, pero siempre disfrutando del Carnaval.