La estructura metálica que los dueños de los terrenos del mirador de Las Teresitas colocaron hace unos meses para proteger el espacio apareció ayer rota en uno de los tramos, de tal forma que el acceso al espacio vuelve a estar abierto desde la carretera.

De hecho, durante la jornada de ayer fue constante la entrada de personas a este espacio tras superar la valla desprendida de sus anclajes al suelo.

La protección había sido instalada por los dueños a finales del año pasado a instancias de la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz, después de que en el lugar se registraran varios incidentes, uno de ellos de cierta gravedad.

En concreto, en julio de 2018 resultó herida grave una turista extranjera, tras ceder el techo de una de las edificaciones al tratar de hacer una foto. Cabe detallar que este punto de la capital es uno de los fotografiados de la isla de Tenerife.

Ayer, el concejal de Urbanismo de Santa Cruz, Carlos Tarife, indicó que tras conocer el incidente se han puesto en contacto con los propietarios de la parcela, que siempre han mostrado buena disposición, para que "refuercen" la protección.

Además, avanzó que los dueños ya han solicitado la correspondiente licencia de demolición de las distintas edificaciones que hay en el mirador y que formaron parte de la antigua piconera, trámite que se ha retrasado por que se está a la espera de un informe del Gobierno de Canarias, al tratarse de un suelo rústico de protección paisajística.

"Pero el ayuntamiento está vigilante en este aspecto y esperamos que en unos días el espacio esté de nuevo bien vallado", subrayó el edil de Urbanismo, quien recordó a vecinos y turistas que se trata de una zona "peligrosa". Además del vallado también hay

Carlos Tarife apuntó que una vez que se refuerce la protección, se demuelan las construcciones y se adecente la zona, "lo que merece la pena es que las distintas administraciones competentes se sienten y se pueda desarrollar una actuación urbanística que permita que, en el futuro, haya en este lugar un mirador sencillo".