Las libretas con las primeras estrofas de la canción Escuelita murguera (2003), el disfraz de Suspi -que pone en la espalda I love Cotena (2012), porque fue el primer Carnaval tras su fallecimiento-, o el disfraz de brujo (2002) -el más pesado que ha vestido Bambones porque llovió, y precisamente fue en Fuerteventura- son algunas de las joyas que desde esta tarde se exponen en la Casa del Carnaval con motivo de los 36 años de historia de Bambones.

Durante tres meses, los amantes de la fiesta en general y de las murgas en particular podrán hasta ver de cerca el famoso campingás que fue testigo de tantos de ensayos que se cuentan por años, en la vieja casita de El Cardonal, o ver de cerca los diez Criticones que acreditan a la murga más laureada por sus letras, el primer CD, sus cancioneros y... el rincón de la afición. Eso, en la sala Suspi, mientras la Casa del Carnaval estrena también su colección 2019: los disfraces de todos los grupos ganadores. Esta tarde, cita con Bambones.