La presencia de vehículos abandonados en las vías de la capital es una de las quejas más recurrentes en las redes sociales. Durante el año pasado, el servicio específico con el que cuenta la Policía Local de Santa Cruz, el conocido como Gruva (Grupo de Vehículos Abandonados), retiró de las calles 122 coches, una vez concluido el proceso que se requiere previamente.

De ese total, 64 fueron retirados tras ser declarados como residuo sólido (basura), y los otros 56 tras la correspondiente cesión o renuncia de sus propietarios. Como los anteriores, se compactaron y se convirtieron en chatarra.

Durante 2018, y según datos aportados por el área de Seguridad, los miembros del Gruva iniciaron 577 expedientes por vehículos con evidencias de abandono.

El departamento municipal detalla que el procedimiento se inicia con la colocación de una pegatina roja en el coche en cuestión. Eso indica que se ha iniciado un expediente por incumplimiento del artículo 3 de la ordenanza municipal de vehículos abandonados. A los diez días, los agentes revisan si el vehículo sigue en las mismas condiciones.

El segundo paso que dan los agentes del Gruva es la colocación de la pegatina verde, transcurrido un mes de la colocación de la roja. Este nuevo adhesivo indica el inicio del requerimiento al titular del coche para su retirada del lugar en el que se encuentra.

En este caso, se pueden dar dos circunstancias: si se logra notificar la incidencia al propietario, el vehículo será retirado en el plazo de un mes, pero si no se consigue notificar, el aviso es publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y pasado un mes desde esa fecha el coche será retirado de la calle.

Si el dueño no cumpliera esos plazos, tanto en un caso como en el otro, el vehículo en cuestión, ya declarado como residuo sólido, será trasladado a un centro autorizado para el tratamiento de vehículos.

Además de este procedimiento existe otro algo más rápido. Se utiliza cuando los agentes consideran el coche como residuo sólido al carecer de "piezas elementales" para cumplir su función principal (puertas, ruedas...).

Cuando se da esta situación, se usa la pegatina verde directamente y transcurrido un mes el vehículo se retira de la vía pública si el titular no lo ha hecho antes.

Según recuerda el área de Seguridad, los ciudadanos pueden entregar su coche voluntariamente a la Policía para su cesión inmediata y gratuita.

Más de 7.000 traslados al depósito municipal

A lo largo de 2018, las grúas del servicio municipal trasladaron al depósito 7.426 vehículos, la mayoría de ellos, 6.146, tras ser sancionados por los agentes de la Policía Local.

Según datos aportados por el área de Seguridad, otros 675 coches fueron llevados al depósito al carecer de documentación y 240 tras no superar sus propietarios los controles de alcoholemia realizados por los agentes locales.

Además de los citados, las grúas municipales retiraron 94 vehículos que figuraban como sustraídos en las bases de datos de la Policía, 76 tras haber sufrido un accidente y 28 para evitar que sufrieran daños, tras ser localizados por los policías con evidencias de algún despiste de sus dueños (puertas abiertas, cristales bajos). Otros 43 coches fueron trasladados el depósito municipal tras pasar a disposición judicial.