Gorgorito se ha convertido en sinónimo de títeres, y referente de la programación de mayo, cuando Santa Cruz de Tenerife celebra sus fiestas patronales, como ocurre estos días, cuando frente al reloj del parque García Sanabria "florece" el teatrillo de la compañía que un día regentó Maese Villarejo (fallecido hace 20 años) y que en la actualidad defienden a gala sus hijos, Juan y Mónica Díaz.

El inquilino del parque por mayo está a punto de cumplir 70 años; más veterano de quienes hoy el "echan una mano" para dar vida a Gorgorito, Rosalinda, la Bruja Ciríaca... Juan cuenta que "vinimos" por primera vez en 1954, tres años antes de que él naciera, por lo que mantiene un "recuerdo entrañable" de Santa Cruz, donde venía a jugar y, con el paso de los años, acabó trabajando.

De pequeño, no tenía la altura para alongarse al público, y ayudaba a sus padres, Maese Villarejo y Pepita Quintero, rondando el telón, subiendo el volumen o acercándole los muñecos. Creció y su padre le hizo unos zancos, para facilitarle que hiciera sus pinitos en el teatrillo con el que hoy recorre toda España junto a su hermana. Al año realiza unas cien representaciones, desde Santander a Tenerife.

Cuenta con orgullo que Gorgorito forma parte de las Fiestas de Mayo y muchos vecinos hasta lo presentan como si formara parte del patrimonio. "El otro día escuché cómo una guía le explicaba a unos turistas: este es el teatrillo de Gorgorito, que se instala frente al reloj del parque, como si fuera un monumento nacional de Santa Cruz", comenta con satisfacción.

En los 65 años de vínculos de Gorgorito con Tenerife, los títeres de Maese Villarejo también han estado en el Puerto de la Cruz, La Laguna, Güímar, El Sauzal... "Los niños se empapan de todos", reconoce Juan Díaz, que admite la responsabilidad que asume en cada representación, cuando presenta cualquiera de los 35 cuentos que integran su oferta. De un año a otro preparan el estreno de uno o dos cuentos nuevos; entre los éxitos de los últimos años, "Fito, el perro de Gorgorito".

Preguntado sobre de qué forma han adaptado su diálogo al lenguaje inclusivo, Juan garantiza que se ha revisado cada detalle de los diálogos, en consonancia con la preocupación que existe por la igualdad de género. "En muchos cuentos Rosalinda toma el protagonismo y, en la moraleja, deja claro que las niñas no solo son iguales a los niños, sino que hace las mismas cosas y muchas veces mejor que los hombres". Esta enseñanza marca una de las últimas aventuras de Gorgorito, donde unos niños van de excursión y son las chicas las que enseñan cómo sortear las trabas que les pone por el camino la Bruja Ciríaca.

Mónica destaca la magia que caracteriza cada función de Gorgorito y sus compañeros de aventura: en plena era digital, marcada por las redes sociales, centenares de niños esperan la aventura que protagonizan unos títeres de cartón piedra, artesanales, con el sello y la maestría que heredó Mónica de su madre, Pepita.

Hoy, de nuevo, doble función al ser festivo: a las 12:00 y a las 18:00 horas, y al finalizar, Gorgorito invita a "té, chocolate y café".

Orígenes de la compañía

Los orígenes de Maese Villarejo se remontan a hace casi 70 años, que cambió el teatro de variedades por el de títeres; al igual que Juanín se convirtió en Gorgorito. A sus representaciones en el teatro de El Retiro, en Madrid, acudía Pepita Quintero con su hermana pequeña. Un día, la colaboradora de Villarejo enfermó y pidió la ayuda de Pepita. Comenzó así la amistad con aquella joven del parque que acabó siendo su esposa y compañera de trabajo.