Vecinos, Ayuntamiento de la capital y el Puerto de Santa Cruz reconocieron este martes, con la colocación de varios monolitos, la labor de los antiguos atalayeros de Anaga, personas que desde el siglo XVI y hasta el XIX se encargaron de advertir a la ciudad de las amenazas que provenían desde el mar.

La iniciativa partió del vecino de Anaga Ruymán Izquierdo y fue incluida en el proyecto PC al Cuadrado, puesto en marcha por el área de Patrimonio Histórico, que dirige la concejal Yolanda Moliné, con el objetivo de implicar a la ciudadanía en la promoción y protección del patrimonio. En la iniciativa colaboró la Autoridad Portuaria.

Las atalayas de Anaga (Igueste de San Andrés, Lomo de Las Bodegas y Chamorga) informaban del avistamiento de barcos, que en unos casos podían ser portadores de enfermedades y, en otros, eran corsarios o flotas enemigas que pretendían atacar la Isla.

Entre los hechos protagonizados a lo largo de los siglos por los atalayeros destaca la alarma que dio Domingo Izquierdo al Castillo de San Cristóbal sobre la llegada a Tenerife de la flota inglesa del contraalmirante Nelson en 1797.

Durante el acto de este martes en Igueste, Pedro Suárez, presidente de Puertos de Tenerife, señaló que "en la historia de los puertos tinerfeños hay multitud de acontecimientos de gran trascendencia para la vida de la Isla que merecen ser recuperados y conservados". "Y gracias a la voluntad de personas como Ruymán Izquierdo, parte de ese legado no caerá en el olvido".