Los vecinos de El Cresal, uno de los pequeños caseríos del Macizo de Anaga, mostraron ayer su malestar por las trabas que, desde hace más de un año, se han encontrado para que sus casas cuenten con agua potable.

Los afectados, alrededor de una veintena de ciudadanos, algunos con residencia fija en el lugar, recordaron que hace aproximadamente tres años el Ayuntamiento de Santa Cruz instaló las tuberías necesarias para llevar el agua de consumo a varios puntos de Anaga. Entre ellos, Los Catalanes o Taganana.

Detallaron también que en esa operación se dejaron dos tomas de agua preparadas para que no hubiese problemas cuando los vecinos decidieran solicitar a la Empresa Mixta de Aguas (Emmasa) la incorporación a la red.

Sin embargo, según aseguraron ayer, llevan "más de un año" esperando para poder incorporarse a la red de agua potable del municipio. ¿La razón? "Aunque Emmasa nos ha dicho que sí nos pone el agua, los contadores se pondrían a pie de carretera, y no en las viviendas", indicaron los vecinos.

Un mal menor que los afectados están dispuestos a asumir, al igual que los gastos que supondría llevar las mangueras o tuberías hasta las viviendas. No obstante, existe otro problema.

Según relataron, Emmasa les ha dicho que necesita el visto bueno del área de Medio Ambiente del Cabildo para poder colocar las casetas de los contadores, a unos metros de la carretera y en terrenos propiedad de los vecinos, al estar ubicadas dentro del Parque Rural de Anaga.

"Según nos han comentado, no se puede porque está en suelo protegido. Pero, ¿y la tubería que pasaron desde Los Catalanes hasta Taganana no está en suelo protegido? ¿Para ellos no hay problema pero para nosotros sí?", se preguntaron.

Varios de los afectados indicaron que en El Cresal, "el único caserío de Anaga sin agua", hay varias familias viviendo "desde toda la vida", algunas con explotaciones ganaderas. "Los animales no tienen agua y nos duchamos con un cubo con el agua de la lluvia. Y para beber tenemos que traerla de San Andrés", añadieron.

A pesar del intento no fue posible conocer la versión del Cabildo de Tenerife sobre este asunto.

Quien sí ofreció la suya fue el concejal de Servicios Públicos de Santa Cruz, Dámaso Arteaga, quien recalcó la "total disposición" de Emmasa para poner el agua en las viviendas "si estas traen la autorización correspondiente". Es decir, la cédula de habitabilidad o la prescripción urbanística tramitada bien ante el área de Urbanismo del ayuntamiento bien ante la Corporación insular.

"Con cualquier papel de estos se pone el agua sin problema", sostuvo Arteaga, quien recalcó que "las normas están para todos y no las podemos vulnerar". "Lo que no podemos es hacerlo de manera unilateral", reconoció.