PODOLOGÍA

Calambres nocturnos: ¿Por qué se producen, cuáles son las causas y qué debo hacer?

Los calambres en los pies son una de las sensaciones más dolorosas e incómodas, suelen ocurrir en mitad de la noche y son más frecuentes en embarazadas, mayores y personas con problemas circulatorios o nerviosos

Los calambres en los pies son una de las sensaciones más dolorosas e incómodas que, además, de forma general suelen ocurrir en mitad de la noche.

Son contracciones del músculo y pueden variar de intensidad: desde durar solo un par de segundos o minutos y desaparecer, hasta ir acompañados de otros síntomas como ardor u hormigueo.

En un principio, los calambres no responden a ninguna patología grave. Pero atentos, porque si aparecen continuamente pueden ser señal de alguna dolencia relacionada con el sistema circulatorio o nervioso.

Además, como criterio general es bueno saber que los espasmos son más frecuentes en personas mayores, deportistas, pacientes que sufren la enfermedad de motoneurona (que afecta a la médula espinal provocando debilidad y atrofia muscular) y embarazadas.  

¿Cómo diferenciar un calambre de una sobrecarga muscular?

La sobrecarga se manifiesta con rigidez muscular, dolor y poca flexibilidad, y los calambres lo hace con contracciones involuntarias.

No obstante, las principales diferencias son la forma en la que aparece.

Mientras que la sobrecarga muscular se presenta de manera progresiva y tras un sobreesfuerzo, los calambres surgen bruscamente y sin previo aviso.

Calambres: ¿Cuáles son las causas?

Los expertos del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha señalan que las causas de los calambres en los pies pueden ser cuatro.

  • Deshidratación. Se trata de una de las causas más comunes y está muy relacionada con las personas que hacen deporte frecuentemente. Es de sobra conocido que cuando realizamos ejercicio físico y sudamos, perdemos minerales muy importantes, como el cloruro, el sodio y el magnesio. Este último, tiene un papel esencial sobre la función muscular, ya que ayuda a reducir la fatiga y el cansancio. 

Por ello, es fundamental prevenir la deshidratación y reponer las sales y minerales que se han eliminado durante los entrenamientos. Y se puede hacer, preferiblemente, tomando mucha agua (antes, durante y después) o con bebidas isotónicas (con bajas dosis de sodio, así como azúcar, potasio y otros minerales).

“La deficiencia de minerales también tiene un impacto directo en los músculos, ya que son necesarios para su correcto funcionamiento”.

  • Sobreesfuerzo. El calentamiento y el estiramiento antes de la práctica deportiva está en el decálogo de cualquier deportista, ya sea principiante o avanzado. Hay que preparar al cuerpo para el ejercicio, aumentando gradualmente la frecuencia cardíaca y la circulación. No solo se previenen daños en el sistema cardiovascular, sino que se evitan lesiones y graves fracturas, esguinces y torceduras. 

“A la hora de entrenar es mejor avanzar progresivamente la intensidad y siempre estirar y calentar los músculos antes de comenzar, y al finalizar la sesión”, explican los podólogos.

  • Calzado estrecho. El uso frecuente de calzado estrecho puede derivar en problemas circulatorios, en podobromhidrosis (mal olor y que puede ocurrir a todo tipo de personas con independencia de su higiene), en hongos y en uñas encarnadas (produciendo dolor e inflamación en la zona afectada).

Sin embargo, también puede provocar calambres en los pies. Así lo explican:

“Unas zapatillas que aprietan mucho el pie ejercen mucha presión sobre los músculos, lo que puede generar la aparición de calambres. No obstante, utilizar este tipo de calzado de forma reiterada puede presentar patologías más serias, por lo que debes evitarlo”.

  • Mala circulación. Aunque también puede ser consecuencia de la utilización de un calzado poco adecuado, y del embarazo, cuando aparece hinchazón en piernas y pies también puede estar causada por malos hábitos como el tabaco, el consumo de alcohol o de una dieta rica en grasas saturadas. Tampoco hay que descartar que ocurra por alto nivel de colesterol, obesidad o una vida sedentaria.

Todos estos factores conllevan un mayor riesgo de sufrir calambres nocturnos que nos despierten con esos dolorosos espasmos musculares. 

"Si los músculos no reciben el oxígeno necesario, dejarán de funcionar correctamente y pueden producir dolorosos calambres".

Tratamiento para los calambres nocturnos

Hay que señalar que si estos calambres ocurren durante la realización de cualquier práctica deportiva, hay que suspender el ejercicio físico inmediatamente.

Si no te identificas con ninguna de las causas o los calambres en los pies son muy repetitivos, acude al podólogo

Tanto si ocurren durante un entrenamiento como de noche o en cualquier otro momento del día, se puede aplicar calor para aliviar los síntomas.

Después, es conveniente aplicar frío (compresas frías, barreño con hielos…).

Y también puede ser un buen tratamiento alternar frío con calor, que se puede realizar con la alcachofa de la ducha.

Pero si los calambres responden a deshidratación, además de estos consejos hay que reponer todos los líquidos que se han eliminado. 

Aun así, los podólogos advierten.

  • "Aunque las causas más probables pueden ser fácilmente eliminadas, si no te identificas con ninguna de ellas o los calambres en los pies son muy repetitivos, acude a un podólogo colegiado y titulado para determinar la posible causa".