Comer es un placer para la mayoría de las personas. Ese poder de hacernos sentir bien es algo que convierte esta necesidad fisiológica básica en una adicción. En este caso, el comportamiento impulsivo a la hora de comer tiene una consecuencia directa sobre el cuerpo humano, que se traduce primero en sobrepeso y puede llegar incluso a la obesidad. A su vez, tiene unas causas que hay que buscar en el estado de ánimo de la persona. La ansiedad por la comida puede tener origen en una tristeza, insatisfacción o incluso depresión, pero lejos de aliviarse el problema comiendo es fácil que empeore si se cae en el sobrepeso y la obesidad. De esta manera, conduce a la persona a un círculo vicioso del que resulta difícil salir sin ayuda profesional.

De todas formas, hay una serie de estrategias que se pueden seguir para hacer frente a la ansiedad por la comida. Aquí te explicamos cinco de ellas que resultan útiles siempre que no se haya caído en el círculo vicioso descrito y que se simplifica del siguiente modo: como de manera compulsiva para calmar mi ansiedad y me siento feliz, como consecuencia engordo y me siento fatal, por lo que como para sentirme bien y continúo engordando, así que como persiguiendo la felicidad...

Las seis claves contra la ansiedad

1. Aprender a identificarla

Siempre que vayamos a comer debemos preguntarnos por qué. Se trata de averiguar si comemos para compensar alguna carencia o frustración o si verdaderamente lo hacemos para alimentarnos. El hambre verdadera se manifiesta poco a poco, mientras que el hambre de la ansiedad llega de repente y es selectiva, es decir, se trata de hambre de ciertos productos, principalmente hidratos de carbono y azúcares.

2. Disfrutar de cada bocado

Este consejo implica comer despacio. Para ello, lo mejor es evitar distracciones a la hora de comer, es decir, no hacerlo ante el televisor o el móvil. También consiste en masticar bien cada bocado y saborear la comida.

3. Mantener el hambre a raya

Para ello, conviene adoptar la costumbre de beber agua o infusiones a lo largo del día. De esta manera, no solo lograrás combatir la ansiedad sino también controlar el picoteo descontrolado. Si con todo sigues teniendo hambre, opta por matarla con tentempies sanos, de productos naturales no procesados. Y qué hay más natural y sabroso que las frutas y verduras. Manzanas, naranjas, zanahorias y pepinos son tus aliados en este punto. Si lo prefieres, puedes combinar tus picoteos de frutas y verduras con frutos secos.

4. Come con compañía

Siempre que puedas, trata de comer en familia o simplemente acompañado. Esto ayuda a ingerir los alimentos despacio y, por tanto, a prevenir la ansiedad por la comida.

5. Ten espacios de diversión y relajación

Es fundamental que tengas una actividad que te guste, te ayude a eliminar tensiones y te divierta. La práctica de cualquier deporte genera endorfinas y te hace sentir bien, por lo que es una actividad más que recomendable. Bailar, hacer yoga o meditación también forman parte de ese arsenal de armas eficaces para combatir la ansiedad.

6. Mantente en contacto con la naturaleza

Una forma sencilla de mantenerte en contacto con la naturaleza es caminar por el campo y la playa. Aprovecha también para bañarte en el mar. Es una de las ventajas que tiene vivir en una isla como Tenerife. Un plus para combatir la ansiedad.