Un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri (Estados Unidos) ha conseguido la primera prueba en humanos de que los cambios a corto plazo en el estilo de vida pueden alterar la respuesta a la insulina de los vasos sanguíneos.

También es el primer estudio que demuestra que los hombres y las mujeres reaccionan de forma diferente a estos cambios, según muestra la investigación, que se ha publicado en la revista científica 'Endocrinology'.

La resistencia vascular a la insulina es una característica de la obesidad y la diabetes de tipo 2 que contribuye a la enfermedad vascular.

Los investigadores examinaron la resistencia vascular a la insulina en 36 hombres y mujeres jóvenes y sanos exponiéndolos a 10 días de actividad física reducida, reduciendo su número de pasos de 10.000 a 5.000 pasos al día. Los participantes también aumentaron su consumo de bebidas azucaradas a seis latas de refresco al día.

"Sabemos que la incidencia de la resistencia a la insulina y de las enfermedades cardiovasculares es menor en las mujeres premenopáusicas que en los hombres, pero queríamos ver cómo reaccionaban los hombres y las mujeres a la reducción de la actividad física y al aumento del azúcar en su dieta durante un corto período de tiempo", ha comentado una de las líderes de la investigación, Camila Manrique-Acevedo.

Los resultados mostraron que sólo en los hombres el estilo de vida sedentario y la alta ingesta de azúcar provocaron una disminución del flujo sanguíneo de las piernas estimulado por la insulina y un descenso de una proteína llamada adropina, que regula la sensibilidad a la insulina y es un importante biomarcador de la enfermedad cardiovascular.

"Estos hallazgos subrayan una diferencia relacionada con el sexo en el desarrollo de la resistencia vascular a la insulina inducida por la adopción de un estilo de vida con alto contenido de azúcar y poco ejercicio. Hasta donde sabemos, ésta es la primera evidencia en humanos de que la resistencia vascular a la insulina puede ser provocada por cambios adversos a corto plazo en el estilo de vida, y es la primera documentación de diferencias relacionadas con el sexo en el desarrollo de la resistencia vascular a la insulina en asociación con cambios en los niveles de adropina", ha esgrimido Manrique-Acevedo.

A continuación, los investigadores intentarán examinar cuánto tiempo se tarda en revertir estos cambios vasculares y metabólicos y evaluar más a fondo el impacto del papel del sexo en el desarrollo de la resistencia vascular a la insulina.