La tensión baja se da cuando la presión arterial es inferior a 90 milímetros de mercurio respecto al número superior. Conocida también como hipotensión, implica que los valores son mucho menores de los normales.

Sin embargo, tener la tensión baja no tiene por qué ser un problema en sí mismo, y es que cada persona se ve afectada de una forma diferente. De hecho, suele ser preferible que la tensión esté baja en lugar de alta, aunque cuando es demasiado baja puede originar una reducción del flujo sanguíneo en nuestros órganos vitales.

¿Qué implica esto? Aunque en muchas personas las bajadas de tensión no se manifiestan, hay personas que sufren síntomas. ¿Quieres saber cuáles son los síntomas de la tensión baja? Descúbrelos con nosotros.

¿Qué causa las bajadas de tensión?

Las causas detrás de la hipotensión pueden ser varias, y es que pueden tener su origen en un episodio de deshidratación o en afecciones médicas mucho más graves como enfermedades del corazón o relacionadas con el sistema nervioso.

Para ponerle solución a esta patología de la forma adecuada y mediante tratamiento, es necesario hallar los motivos por los que se produce una bajada de tensión. Hay que tener en cuenta que las bajadas de tensión se pueden producir de forma aislada, debido a estar mucho tiempo de pie en ambientes calurosos o por vivir algún tipo de emoción fuerte.

En otros, se trata de una patología crónica que es necesario controlar y tratar para mejorar la vida del paciente en la medida de lo posible.

Síntomas de la tensión baja

Si tu tensión arterial suele tener unos valores de 90/60 no es usual que se presenten síntomas. Es en los casos en los que la tensión es mucho más baja en los que hay que llevar especial cuidado, ya que puede provocar los siguientes síntomas.

  • Mareos y sensación de aturdimiento.
  • Desmayos o desvanecimientos, lo que puede acarrear llevarse golpes con mobiliario o sufrir un mal golpe debido a la caída.
  • Dificultad para respirar y dolor de pecho.
  • Enfriamiento de las manos y los pies.
  • Palpitaciones, debido a que la reducción del flujo sanguíneo hace que el corazón lata con mucha más fuerza.