Muchas veces se habla de esta enfermedad como la epidemia silenciosa, ya que los síntomas de la diabetes son poco claros y muchas veces sutiles, tanto que ni siquiera sabemos que tenemos la enfermedad hasta que pasan años.

Es grave, de forma que conviene estar atento a los síntomas, los siguientes son los más comunes:

Vamos mucho a orinar

Sin motivo aparente tenemos que ir a orinar más de lo habitual y eso no es algo que ocurra en un momento puntual, sino que pasa todos los días.

Donde más se nota es en los viajes, pues si antes aguantábamos sin ir al baño, ahora tenemos que ir una o dos veces al no poder resistir.

Aumento de la sed

El aumento de la sed es otro de los síntomas y uno de los peores, ya que como bebemos más nos parece normal orinar más a menudo. Así que no pensamos que esto se debe a que tenemos los niveles de azúcar en sangre desbocados.

Quizá, de entre todas las señales, esta es una de esas que debe hacer que se nos encienda la alarma y consultemos con el médico enseguida, sobre todo si esa sed no tiene motivo como el que hayamos sudado mucho por el calor o al realizar deporte.

Las heridas no cicatrizan o tardan mucho en hacerlo

Cuando nos aparece una herida, si no es muy grave, se cierra sola en unos días sin que tengamos que hacer nada, pero esto no ocurre si padecemos diabetes.

En este caso vamos a notar que o se infectan con demasiada frecuencia o no se cierran en muchos días, algo que percibirán aquellas personas que por motivos laborales, o por cualquier otro, se suelen hacer pequeñas abrasiones en las manos, pies, piernas, etc.

Hambre voraz

De vez en cuando a todos nos da hambre, pero no tenemos un hambre atroz si comemos como es debido.

Esto les pasa a los enfermos de diabetes, ya que siempre tienen hambre, aunque a su vez pueden adelgazar bastante, una combinación que debe ponernos alerta, puesto que es otro de los síntomas de diabetes comunes.