Hemos visto pasar por nuestras vidas decenas y decenas de medicamentos, de los que seguramente hayamos consumido una amplia variedad. Cuidar la salud es importante y, en este sentido, el criterio de un médico puede hacer de nuestra recuperación un éxito gracias a los tratamientos disponibles en el mercado.

Muchas veces no nos fijamos, o no llegamos a ser conscientes, de los efectos secundarios que ciertos medicamentos o sus principios activos tienen. Por eso, hoy te hablamos del efecto secundario del hidrocloruro de metformina, un medicamento recetado para tratar la diabetes de tipo 2.

¿Qué es el hidrocloruro de metformina y qué efectos tiene?

La metformina forma parte de los medicamentos conocidos como biguanidas, aquellos que funcionan como antidiabéticos orales. Lo hacen controlando la cantidad de glucosa (azúcar) presente en la sangre de los pacientes, disminuyendo la cantidad absorbida de los alimentos y eliminando la producida por el propio hígado del paciente.

Como muchos otros, este medicamento no se libra de tener una lista de efectos secundarios. Entre los efectos secundarios más habituales y leves que puede causar el consumo de medicamentos con metformina se incluyen las náuseas, la diarrea y una sensación de malestar en el estómago.

Aunque es más raro, este tipo de medicamento también puede provocar hipoglucemia, reduciendo en exceso los niveles de azúcar en sangre. Sobre todo, lo puede hacer en pacientes que no ingieren una cantidad adecuada de alimentos al día, en aquellos que beben bebidas alcohólicas o en aquellos que combinan la posología de la metformina con otros medicamentos para reducir los niveles de azúcar en la sangre.

Otro de los efectos secundarios más graves que puede conllevar el consumo de este medicamento es la conocida como acidosis láctica, que se manifiesta a través de síntomas como la debilidad, mareos o desvanecimientos o mediante dolores musculares inusuales.

Conocido también como clorhidrato de metformina, el hidrocloruro de metformina está presente en medicamentos que se venden siempre con receta médica, en muchos casos, bajo el nombre comercial de Metformina.