Jamás pensaste que este líquido que siempre tienes en casa y que lo usas para absolutamente todo fuese a convertirse en tu mayor aliado para perder peso.

Ahora, gracias a las redes sociales, muchos expertos en salud y alimentación han ido descubriendo y compartiendo a través de las redes los efectivos componentes de multitudes de comidas que, hasta el momento, eran desconocidas para el gran público.

Uno de los nutricionistas más seguidos en redes sociales, Mundo en forma en Instagram, ponía un ejemplo de uno de esos superalimentos que tiene un efecto notorio a la hora de ayudar a adelgazar y que poca gente conocía de su efecto.

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es uno de los mejores productos que puedes consumir por sus propiedades nutritivas pero debes hacerlo de forma controlada.

Y lo mejor de todo es que ha compartido que cuatro cucharadas al día, por ejemplo, aportarán a nuestro cuerpo 360 calorías. La clave es que esas calorías sean bien aprovechadas y no abusar de este producto.

Sano y saciante

Si usas esas cucharadas para preparar un desayuno rico y nutritivo será mucho más beneficioso que si desayunas dulces como alto valor calórico y poco valor nutricional que lo único que van a hacer es engordarte y sumar calorías vacías a tu dieta. Además así tendrás menos hambre y caerás menos en el “picoteo” de media mañana.

Perder peso no es, ni mucho menos, una tarea complicada si sabes cómo afrontarla.

Además, a la hora de perder peso hay que tener siempre un elemento muy importante en cuenta: no hay secreto ninguno ni dieta milagro que te pueda ayudar. Tienes que tener en cuenta las calorías que consumes durante el día y las que ingieres. Y lo que comes tiene que ser menor que lo que gastas. Hacer otro tipo de régimen más estricto (como los que venden muchas grandes cadenas), sólo va a hacer que de pronto bajes muchos kilos y los recuperes en un corto período de tiempo. Es lo que se conoce como el tan temido “efecto rebote”. Pero, ¿cómo luchamos contra eso?.

Cómo afrontar el temido 'efecto rebote'

La primera clave es consumir siempre y en toda circunstancia alimentos naturales. Es decir, aquellos que no han sido procesados y que por tanto no contienen grasas ni calorías difíciles de quemar.

También tienes que renunciar al alcohol y a otro tipo de bebidas como las azucaradas que a tu cuerpo no le van a aportar nada. 

Y, por último, hay que cambiar hábitos y contar siempre con algo de ejercicio moderado para nuestro metabolismo. Vete a la cama un poco antes para poder madrugar más y caminar antes del trabajo. Dedica 15 minutos después de la comida y la cena a dar dos pequeños paseos. Y, sobre todo, intenta subir más escaleras. Esos son los únicos trucos para adelgazar.

El resto son agresiones a tu cuerpo que le pueden costar caras a tu salud.