Las fiestas navideñas nos reúnen alrededor de la mesa; son días de familia, amigos y sobre todo comida. Es fácil caer en la gula y comer más de la cuenta, especialmente porque los platos e ingredientes que se sirven durante las celebraciones no suelen estar presentes en nuestro día a día. Con los excesos, de forma continuada y en un periodo corto de tiempo, es normal que nuestro cuerpo se resienta.

Para evitar que el dolor de estómago nos reviente estos días tan especiales, es bastante común recurrir al omeprazol y antiácidos por iniciativa propia, no obstante, el problema es que, aunque ambos sirvan para tratar la acidez, no son lo mismo, y hay uno cuyo consumo no es indicado para lo que nos preocupa estos días.

Omeprazol, siempre con receta

El omeprazol no es un protector de estómago como comúnmente se cree. Su uso tampoco es inocuo. Aunque puede comprarse sin receta médica en algunos casos, siempre debe tomarse con un consejo farmacéutico o indicación médica previa, y por un período corto de tiempo, en el caso de no haber sido indicado por el médico.

El uso del omeprazol está indicado en casos de reflujo gastroesofágico, y en las úlceras, tanto gástricas como duodenales; también en el tratamiento de una bacteria llamada helicobacter pylori.

El omeoprazol actúa bloqueando la producción de ácido en el estómago, de manera que solo hay que tomarlo bajo la indicación de un profesional, no a nuestro juicio. El ácido que fabrica nuestro estómago es necesario para poder digerir bien los alimentos, por lo tanto, bloquear su producción no es necesaria y nos hace más mal que bien. Además, hay que tener en cuenta que el efecto del omeoprazol no es inmediato, tarda unos días.

Por otra parte, como todos los medicamentos, el omeprazol tiene efectos secundarios, así que debe ser el médico quien valore si debe tomarse o no.

Antiácidos, ideales para los excesos

La mejor opción para que nuestro estómago no sufra los excesos de estas fiestas es decantarse por los antiácidos. Al comer más, producimos más ácido para hacer la digestión y este es el que nos da la sensación de ardor.

Si queremos solucionar el problema, nos bastará con neutralizar el ácido mediante un bicarbonato, las sales de aluminio y magnesio (el conocido Almax), carbonato cálcico... Los antiácidos sí neutralizan el ácido en el estómago.

Además, los antiácidos tienen un efecto inmediato y la sensación de alivio suele ser bastante rápida. Tampoco debemos abusar de los antiácidos; un consumo excesivo puede encubrir enfermedades como úlceras o gastritis. Si el dolor de estómago suele ser habitual es recomendable acudir al médico.

Sobrecargar el estómago no es demasiado bueno y nos predispone a encontrarnos mal, así que reducir un poco los excesos nos ayudará a pasar unos buenos días de fiestas y disfrutar de la compañía de familia y amigos.