El tráfico en el túnel nuevo de la Cumbre será controlado por semáforos durante el tiempo que se prolonguen las obras en el viejo, al menos tres meses, con el objetivo de evitar que en su interior circulen a la vez vehículos en ambos sentidos, según ha explicado el consejero insular de Infraestructuras, Jorge González.

Los trabajos en el túnel viejo se han iniciado manteniendo abierto tan solo uno de sus dos carriles, tal y como adelantó EL DÍA, permitiendo a los operarios comenzar las obras en el espacio de la calzada cerrado al tráfico. No hay fecha sobre cuándo se cerrará esta vetusta infraestructura en su totalidad, para su rehabilitación integral, y se pondrá en marcha la nueva ordenación de la circulación con semáforos.

Los informes técnicos sobre el túnel nuevo son contundentes. Fue diseñado para un solo sentido y así debe operar. Si se pretende, como será, que opere tanto para los vehículos que van del Valle de Aridane a la comarca Este como viceversa, debe ser controlado por semáforos, además de señalización especial, personal en cada boca del túnel (se contratará a una docena de personas más para su control) e incluso una grúa que debe estar en la Cumbre las 24 horas del día para si su utilización es necesaria. La justificación es clara: debe quedar siempre libre un carril para poder actuar en su interior en caso de una emergencia.

El tiempo máximo de retención está estimado en los 12 minutos, aunque está prevista una vigilancia extrema para modificar los semáforos en caso de que las colas en alguno de los dos sentidos sea demasiado larga.

Jorge González es consciente que "lo populista" es decir "que el túnel se abra en doble sentido y que puedan coincidir en su interior tanto los vehículos que vienen del Valle como los que acceden desde Breña Alta", pero "el túnel está diseñado desde su construcción en un solo sentido y los informes técnicos son contundentes. No lo podemos hacer".

El consejero insular de Infraestructuras aclaró que "una cosa es actuar en una situación de emergencia y poner el túnel en doble sentido uno, dos o tres días", sobre todo por desprendimientos en la calzada o accidentes como ya ha ocurrido en diferentes ocasiones, "y otra es hacerlo sin que se presente una urgencia y durante tres o cuatro meses", a lo que "nadie se atrevería" cuando los informes de los especialistas dicen lo contrario.

Por ahora, los usuarios de la vía que se dirigen al Valle deben tener en cuenta la señalización de obra, donde se advierte de posibles retenciones. Uno de los dos carriles está cerrado desde medio kilómetros antes, aproximadamente, antes de llegar al túnel. También se está actuando en la infraestructura nueva para prepararlo a la nueva regulación del tráfico.

De todas formas, no hace falta ser técnico para darse cuenta de que el túnel viejo no cumple con unas medidas mínimas de seguridad. Ni como ahora está operando ni tampoco antes.