El alcalde de Tijarafe, Marcos Lorenzo, defiende de forma vehemente que todas y cada una de las farolas que están previstas instalar en su municipio se encuentran plenamente justificadas, y reclama "a los que vienen dos o tres veces al año de safari fotográfico" que respeten "a los que vivimos aquí".

Un grupo de astrofotógrafos expuso a esta redacción la previsión municipal para un "despliegue" de luminarias que a su juicio son "un número excesivo" y, en algunos casos, "innecesarias", después de comprobar la construcción de la base y la colocación de las barras donde se instalarán las farolas.

Marcos Lorenzo entiende que es "una falta de respeto gravísima plantear si quiera que las farolas que ha propuesto instalar Tijarafe no sean necesarias", cuando la realidad es que "todas las farolas propuestas están en caminos vecinales y en un radio de 30 metros hay vecinos que han solicitado que las coloquen; eso está certificado".

El alcalde de Tijarafe hace especial hincapié en que el proyecto de nuevas luminarias "está aprobado por el Instituto de Astrofísica de Canarias y también lo mandamos a la Dirección General de Industria. Tiene todos los parabienes, por lo que dedicarse a especular ahora sobre la necesidad o no de los puntos que hemos decidido, sin ver el proyecto ni preguntar las razones de la instalación, me parece una falta de respeto".

Marcos Lorenzo va un poco más alla y reconoce que "me llama la atención que muchos fotógrafos de la calle Real vengan a opinar a un municipio rural, donde no deben olvidar que también vive gente". Es contundente al sostener que "vienen aquí dos o tres veces al año de safari fotográfico", y parecen no entender que "tenemos el mismo derecho a estar iluminados que los de la calle Real o que los que vienen de Madrid, Barcelona o de Berlín, me da igual. Pido un respeto para la gente que vive en las zonas rurales".

El regidor municipal califica de "disparate" la denuncia de estos amantes de la fotografía nocturna, "como también me parece un disparate las luces que pusieron en el Faro de Fuencaliente porque allí no vive gente". A propósito, dice, como ejemplo, que la farola que se instalará cerca de la subida a la Casa del Húngaro, un nido de ocupas, tiene una justificación de peso: "En los alrededores está la casa de una señora beneficiaria de atención a domicilio, que vive sola, además de otra vivienda donde también residen vecinos después de pasar esa farola". Y así ocurre "con todas las que han denunciado".

"Ya tenemos la Ley del Cielo en La Palma, que bien que nos aprieta las clavijas y nos obliga a vivir en la oscuridad", dice Lorenzo, lo que implica "problemas de seguridad", con personas mayores "que también por la noche tienen derecho a salir de sus casas y no ven un pimiento". Además, reclama "un poco más de respeto y que se informen antes de opinar".