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Opinión | ANÁLISIS

Zotal

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Zotal / El Día

En Alemania te meten un puro por jugar a las SS. Existe un código penal que sanciona la difusión de símbolos anticonstitucionales, incluyendo el saludo nazi, con cuantiosas multas y la posibilidad de pillar trullo. En Austria, la Ley de Verbotsgesetz de 1947 prohíbe la exhibición de símbolos nazis y la propaganda nacionalsocialista. Pena: hasta 20 años de prisión en casos graves. Mientras, en La Laguna, varios sujetos con el coeficiente intelectual de una pasa levantaron la mano sin ningún tipo de problema en pleno centro de la ciudad. El saludo romano, como les gusta suavizar a los ultraderechistas. Los neorridículos acompañaban a un candidato a la presidencia de España que ha trabajado menos que ‘el dioni’. Ese mismo, el que tiene más pinta de moro que Abū l-Mutarraf ‘Abd ar-Rahmān ibn al-Hakam, más conocido como Abderramán II. Ni mili, ni cumplir con el sagrado sacramento del matrimonio; vaya ejemplo de nacionalcatolicismo. Y aquí no pasa nada. Si la Ley de Partidos no fuera una coña deberían estar ilegalizados. Cuatro mulas lanzando proclamas fascistas con total impunidad y otros tantos pijos provocando a la gente que tranquilamente tomaba algo en las terrazas. Encima, además de la indignación moral y vergüenza ajena, tendremos un problema de salud pública: la limpieza de las calles tras el fétido paso de los nostálgicos del totalitarismo. El Ayuntamiento va a tener que redoblar esfuerzos y aumentar cuadrillas para desinfectar el viario patrimonial de la ciudad de Los Adelantados que sufrió el paso de tamaño escuadrón de intelectuales. Mopas, jabón lagarto y lejía luchando contra la ignorancia. Cuánto trabajo por delante. Cada esquina, cada plaza, cada barandilla, será revisada «por si acaso», porque sabemos que la lava de la historia, aunque fría, sigue dejando marcas. Hay que continuar desinfectando hasta los bancos. Pero el verdadero lavado será más difícil: recuperar la imagen de un flashback histórico que nadie pidió y que contagia a miles de jóvenes a través de mensajes básicos y facilones en TikTok. Recuerden algo elemental: no pactar con los ultras, eso es lo primero para elevar la higiene a su máxima expresión. Ayer me crucé con camiones de Zotal cargados hasta el techo, patrullando las avenidas y plazas hasta la Mesa Mota. Algunos vecinos, asomados a las ventanas, jaleaban a los operarios municipales para que no dejaran de mandarle. Toneladas de lejía y sentido común. Los brazos rígidos y los saludos del pasado dieron paso al bochorno: dejaron un rastro invisible que solo una buena desinfección podía borrar. Dicen que hasta las ratas se alejaron por unas horas para no mancillar el honor de los templarios ¿Teniendo pardelas, para qué queremos aguiluchos? Tenerife, como sociedad abierta y plural, demuestra que su fuerza no está solo en sus calles limpias o en su paisaje, sino en la capacidad de rechazar la intolerancia, valorar la diversidad y mirar hacia adelante sin volver al pasado oscuro. Solo así garantizamos que nuestras plazas, nuestros centros educativos y nuestros espacios públicos sigan siendo lugares de convivencia, respeto y progreso, donde nadie se sienta amenazado por ideologías de odio. La libertad de expresión acaba en el momento que se vulneran los derechos humanos. En España no pasa nada si juegas a las SS. Zotal y como nuevo. n

@luisfeblesc

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