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Opinión | El recorte

Malditos empresarios

Absentismo laboral por incapacidad temporal por provincias

Absentismo laboral por incapacidad temporal por provincias

Hay temas que se discuten desde la ceguera ideológica. Sin conceder espacio al sentido común y en términos maniqueos. En España se ha construido, muy esforzadamente, una imagen negativa del emprendedor de éxito. Cualquier empresario que haya tenido éxito es un explotador cuya sospechosa y siempre ilegítima fortuna se ha fabricado con el sudor y la sangre de sus explotados obreros. La simpleza de algunas afirmaciones que se hacen hoy compiten con los más cerriles discursos bolcheviques.

Juan Roig o Amancio Ortega, creadores de dos imperios empresariales, tienen unos orígenes absolutamente humildes. Su fortuna no deviene de una herencia, sino del trabajo, la capacidad y el talento. Pero ni siquiera esa evidencia les exime de ser considerados, por los enemigos del comercio, como unos mangantes. Para una buena parte de la sociedad, adoctrinada en el odio a los triunfadores –que cala muy fácilmente porque la envidia es nuestro producto nacional por excelencia– los únicos millonarios legítimos son los futbolistas, los cantantes o los afortunados que se sacan un premio gordo de la lotería. Y solo con eso ya tienen ustedes un retrato del retablo mental de esta nación.

El absentismo laboral es uno de los temas de trinchera. Para la izquierda, heredera de la lucha de clases en un mundo sin clases, los obreros siguen siendo explotados por capitalistas sin escrúpulos. Y esto se mantiene a pesar de que es en las grandes empresas donde se pagan mejores salarios y de que la penuria retributiva es mucho mayor en las pequeñas empresas. Pero claro, uno no se va a ciscar en la madre de un autónomo con dos empleados que se levanta a las seis de la mañana y echa la persiana a las ocho de la noche. Va mal para la cosa de los votos.

Hablar del absentismo es un sin dios. Enseguida sale alguien que pone el grito en el cielo diciendo que los trabajadores tienen derecho a estar enfermos. Como si no lo tuvieran. Lo que hay que analizar es que en la última década las horas que se pierden por una baja médica se han duplicado. Y que eso tiene un coste que alcanza ya los 1.500 millones de euros al mes, de media. Además supone no solo la pérdida de fuerza de trabajo sino un gasto muy importante para la Seguridad Social. Buscar soluciones no supone culpabilizar a nadie, sino determinar cuáles son los problemas, como por ejemplo las largas esperas para un diagnóstico o un tratamiento médico. Y averiguar, por ejemplo, por qué las bajas laborales son mucho mayores en los trabajadores públicos que en el sector privado.

Pero es un hecho que nos gusta engañarnos hasta jugando al solitario. Este mes salieron los datos de la renta media de los canarios. Somos la Comunidad con uno de los salarios más bajos del Estado. Medio millón de canarios cobra menos de doce mil euros al año. O sea, menos que el SMI. ¿Cómo es posible? ¡Malditos empresarios, incumpliendo la ley! Ahora mirémoslo sin trampa. ¿Saben por qué salen unos salarios tan bajos? Porque hay una enorme cantidad de trabajo a tiempo parcial. Fijos discontinuos que aunque no estén trabajando no cuentan como parados, sino como asalariados. Y en vez de ver la luna nos engañamos con el dedo que la tapa.

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