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Opinión | Azul y blanco

María José Hernández García

Furor testicular

Torres.

Torres.

Nuestro expresidente de Canarias Ángel Víctor Torres, ahora ministro de Política Territorial, ha postulado a nuestro presidente nacional, Pedro Sánchez, al Premio Nobel de la Paz. Expuso las razones para ello.

La primera: Pedro es un hombre dado a los demás. Sí, especialmente cuando se trata de familia y allegados. Entonces su lucha es constante para que sus bolsillos y prebendas se mantengan bien en orden.

Cuando estuvo acá, en La Mareta, los invitados se sucedieron: ministros, exministros y algún que otro expresidente; aparte de la extensa familia que alimentó y agasajó en abundancia gracias y a costa de nuestros esfuerzos. No dudó en ‘privatizar’ los alrededores de la gran fortaleza maretiana y hasta blindó temporalmente un espacio de nuestro Atlántico circundante, no fuera que alguien, con un catalejo bien largo, pudiera penetrar en semejante ambiente blindado para ver qué es lo que allí, entre tantos, se cocía. Y es que por esa zona suelen haber embarcaciones de pesca; que hay buenas viejas, salemas, sargos y abadejos.

La segunda: Pedro, según Ángel Víctor, es un crack en política exterior. Sin duda: Se enteró de que salía del puerto de Barcelona, rumbo a Palestina, una flotilla de barcos. Iban, entre otras personas y personajes conocidos, Ada Colau (exalcaldesa de Barcelona) y la joven Greta Thundberg. Pronto fue bautizada por algunos como ‘la flotilla de la risa’ no sólo por lo divertidas que transcurrían las horas a bordo, sino que la lentitud de marcha hacía presagiar que, para el momento de la teórica arribada a destino, el conflicto estaría resuelto.

Pedro reaccionó con furor testicular. Sin dar cuentas a nadie envió una patrullera artillada, pagada por todos, claro. En ‘labores de escolta’ puede deducirse que éstas consistirían en retornar de las aguas posibles caídas involuntarias de los embarcados en la flotilla; bien debido a los mareos propios de embarcaciones pequeñas, o un exceso fiestero; que también podría haberlo. Ya se sabe que en alta mar las horas pasan muy lentas; más si vas a velocidad de nado. En cuanto alcanzó aguas israelíes, se dio la vuelta. Puesta en escena consumada. Internacionalmente, Pedro lo petaba.

De puertas para adentro, el Nobel es merecido. Y tanto: Pedro se rodeó de ministros ahora encausados y, con su conocimiento, familiares directos se apropiaron, usaron y abusaron del dinero de Estado en beneficio propio. Ejemplos marcados de honestidad y honradez en estado puro son su señora y su hermano.

La culpa es de la extrema derecha. Y los jueces… son unos cabrones que han judicializado la política. Al Peinado… a ese le va a regalar un peine, así se entera de lo que vale uno (que no es el peine).

Pedro trae a Canarias de cabeza. Prometió millones para La Palma y llevarse a los migrantes. En ambos casos erupcionó la amnesia cerebral. Con todo está, nuestro presidente de Canarias Fernando, con las clavijas eschavetadas.

Sí tiene papeletas para un premio: El Nobel en incombustible en el embuste.

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