Opinión | El recorte

Una declaración sorprendente

O Santos Cerdán ha lanzado un aviso o es un campeón de la torpeza. En cualquiera de los dos casos ha señalado a su partido por dónde pueden ir los tiros del futuro, considerando que él estuvo en las cocinas del PSOE

Madrid. 30.06.2025. Santos Cerdán llega al Tribunal Supremo.

Madrid. 30.06.2025. Santos Cerdán llega al Tribunal Supremo. / José Luis Roca

Pocas veces los actos más vergonzosos de la política se ven de una forma tan nítida. Y pocas veces un político presume de ello con tanta torpeza. Esta semana hemos tenido la oportunidad de escuchar una declaración sorprendente.

Lo que tiene la mierda de perro es que si la pisas la vas extendiendo con la suela de los zapatos. En su declaración del pasado lunes ante el juez, Santos Cerdán intentó explicar su inocencia. Y la empeoró notablemente. Dijo que es amigo personal de Antxón Alonso, dueño de la empresa Servinabar, con quien aparece en un contrato privado en donde le adquiere el 45% de la sociedad. Alegó que el contrato nunca se ejecutó y que solo fue fruto de una entrañable amistad. Y para probarlo –¡oh, cielos!– destacó el papel que jugó el empresario Antxón Alonso, que fue, según él, pieza clave para negociar con el PNV el apoyo a la moción de censura que hizo presidente a Pedro Sánchez.

La declaración es para mear y no echar gota. Porque es un hecho que Servinabar fue favorecida posteriormente con adjudicaciones multimillonarias de obras públicas. Y lo que hasta ahora solo parecía una operación de Santos Cerdán para lucrarse, junto a su socio, adquiere de repente una nueva dimensión. Porque también podría entenderse como un pago por los servicios prestados al PSOE para llevar a su candidato a La Moncloa, si es verdad, como afirma el propio acusado, que el empresario vasco les abrió las puertas del PNV. O sea, una corrupción de libro.

En el PNV, que tienen algunas luces más que Cerdán, han saltado como mordidos por una serpiente, para afirmar que ellos solo apoyaron la censura contra Rajoy como respuesta a los casos de corrupción y la falta de asunción de responsabilidades políticas de aquel Gobierno. O sea, lo mismo que está pasando hoy bajo las faldas de P. Sánchez sin que los vascos hayan dicho esta boca es mía. Puro cinismo.

Ya se podrían guardar su falsa moralina clerical y probar a decir, por una vez, la cruda verdad: si hoy apoyan el Gobierno es porque los socialistas les tienen agarrados por donde más duele y les apoyan a ellos en el País Vasco. Y donde las dan las toman. Pero ha sido esclarecedor conocer que les contactó un empresario de confianza al que luego le cayó una lluvia de millones y una UTE con una gran empresa como Acciona. Dos veces el premio gordo.

O Santos Cerdán ha lanzado un aviso o es un campeón de la torpeza. En cualquiera de los dos casos ha señalado a su partido por dónde pueden ir los tiros del futuro, considerando que él estuvo en las cocinas del PSOE. Si va a proceder a exculparse argumentando, con pruebas, que todo lo que hizo fue en bien de su organización, estará cavando no solo su fosa sino la de todo el aparato de Ferraz. Es de suponer el vértigo que deben sentir en su organización al pensar que el hombre fundamental de los acuerdos con Junts, el tipo que sabe de todo y de todos en el PSOE, está ahora entre rejas. Y lo que es peor, que Ábalos va a acompañarle en breve plazo.

Empiezo a pensar que lo de P. Sánchez no es maquillaje. Y que la sonrisa congelada de Zapatero es un presagio de que siendo todo muy malo, lo peor está por llegar para los de arriba.

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