Opinión | Azul y Blanco

María José Hernández García

De El Hierro a Waterloo

Panorámica del Mar de las Calmas

Panorámica del Mar de las Calmas / Gelmert Fimol / EFE

El Hierro, la isla del Meridiano, es encantadora. Waterloo, un lugar en Bélgica al sur de Bruselas, tiene casi tres veces más habitantes que la más pequeña de nuestras volcánicas. Está lleno de monumentos conmemorativos de la batalla del mismo nombre, en la que Napoleón resultó derrotado.

A ese enclave, también famoso por eurovisivo, D. Javier Armas enfiló con sus tropas de AHI (Agrupación Herreña de Independientes). Fueron para reunirse con Puigdemont (Puchi)… el mismo que intentó dar un golpe de Estado en Cataluña que fracasó. Entonces huyó de España en el maletero de un coche para escapar de la policía de nuestro país. Se refugió en Bélgica, en este lugar. Y AHI(í) (le) sigue.

Creen los Herreños Independientes que Puchi detenta mucho poder en el seno del Parlamento Europeo. Y entonces se reunieron con él para pedirle que el Parque Nacional del Mar de las Calmas fuera gestionado por el Cabildo de El Hierro. Y es que los de AHI los tienen claro, muy claro: quieren ser sólo ellos quienes decidan, propongan, ejecuten, ordenen y manden sobre el Mar de las Calmas. Ellos y nadie más. Lo interpretan como todo un símbolo de libertad ante la imposición de quienes quieren que el Parque sea de todos los españoles.

El viaje de D. Javier Armas y los suyos fue, en principio, bastante fructífero; donde unos se expresaron con pasión y sinceridad. El otro, sin tanta pasión, fue sincero... Como siempre lo ha sido. Esta última afirmación es indudable.

¡Qué gran idea la puesta en práctica por AHI! Quisieron emular (otra explicación no es posible) la proeza que realizó Puchi en Cataluña; considerado ahora un inspirador, un creador de sueños, un visionario. Sus inconscientes guardan esperanza de que en el Parlamento Europeo Puchi, en alarde de discurso amplio, vigoroso y varonil, dirá en francés, inglés, catalán y español que los Herreños Independientes están atenazados, esposados, asustados y vejados con la posibilidad (probable, casi cierta) de que el Gobierno de Canarias, con su presidente Fernando Clavijo a la cabeza, pueda tomar represalias frente a sus propuestas. O en otro caso, éstas (represalias) las tome el Presidente de España, Pedro Sánchez; aunque hoy continúe en plena cuerda floja.

Si cualquiera de ellos tomara medidas duras y potentes contra su posicionamiento, los de AHI temen que deban abandonar de súbito la isla a bordo de un cayuco vestidos con harapos, teñidos de betún y con pelucas de rizos negros para despistar a la policía. El destino final, refugio ya pactado, sería Wateloo, junto a Puchi (negociadas también las condiciones de alojamiento, manutención y posibles para hacerles frente). Desde la distancia, se enviarían mensajes encriptados, sólo para las huestes de los Herreños Independientes. En cumplimiento de esas consignas, y con fidelidad extrema al plan trazado, tomarían por sus bemoles el Parque Nacional. Porque, como han dicho, son ellos los que viven y conviven en el Mar de las Calmas.

Del Hierro a Waterloop: Todo un loop pasado por water.

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