Opinión | Azul y blanco
María José Hernández García
Tres lenguas y cuarto

Torre de Babel / El Día
En el Parlamento Europeo existen veinticuatro lenguas oficiales. La cantidad de actos de toda clase (normativos y restantes) que se realizan es abrumadora. Y se traducen a todas ellas. Trabajo colosal.
El asunto era extrapolable, sin duda, a nuestra realidad plurilingüe nacional. Y Pedro Sánchez, que es muchas cosas además de muy listo, se puso manos a la obra. Con el objeto de perpetuarse en el sillón presidencial, bajo la bandera del progresismo (pero en verdad buscando sólo el interés propio, el de familiares y amigos) ató en corto a euskeraparlantes y catalanes.
Lo intenta, de continuo, con los gallegos, que resisten. Galicia, bajo los dominios del PP, aguanta los embates sanchistas de la (pasada) amistad de Feijóo con un capo de la droga; con estoicismo incomprensible para muchos.
¿Cómo no se le ha ocurrido a Sánchez incorporar en las cumbres de presidentes autonómicos y en mismo Congreso de los Diputados la traducción simultánea con el idioma canario? Así, tendría siempre contenta a la diputada por CC, Cristina Valido, en la Cámara Baja; con lo que tendría un voto perpetuo más asegurado para seguir erosionando los pilares democráticos… desde el corazón de la democracia. Ahora, la diputada vota a favor del PSOE algunas mociones e iniciativas o proyectos legislativos. Pero en otras, reticente, se abstiene. En las menos, beligerante, vota «no».
Canarias, con más de dos millones de personas, con una presión inmigratoria desbordada que promete crecimiento demográfico exponencial, supone una gran oportunidad para conquistar hipotéticos nichos de votos inexplorados.
Es una evidencia que el idioma canario tiene giros, expresiones y matices que merecen ser conocidos, incluso, más allá de nuestras fronteras nacionales. Así, Pedro Sánchez, para confundir aún más si cabe a todos los socios de la Unión Europea, ha de asegurarse de que no sólo se tradujeran todos los actos de la Unión al euskera, catalán o gallego: apremia sumar la lengua canaria.
La puesta en situación del asunto, en canario, es: El Achamán Sánchez, en el Tagoror de la Europa Centrada, con un fisco de tino y con un buen zurrón de gofio pa´ que esté fuertito, se enfila para el morro. Como un bardino, trata de defender el canario como idioma, aunque esté riscado a pleitos por abichado, y su Señá Begoña sea una malajeitada. Y más le vale que deje las totufadas que lo mudarán a cachanchán.
Traducido a la lengua de Cervantes, es su significado: El Presidente Sánchez, en el Parlamento Europeo, con buena cabeza y con la energía de los buenos alimentos, encara la tribuna de oradores. Como ser valiente y con bravura, sostiene que el canario merece el nivel de idioma. Sabe que el asunto es complicado, que lo aborda con credibilidad mermada; rodeado, como está, de polémica y procedimientos judiciales. Entre éstos, destacan los que implican a su señora Begoña. De no cambiar el rumbo, podría perder la presidencia de España.
Nuestra particular Torre de Babel… más un cuarto de lengua.
- Una duna en el sur de Tenerife se convierte en un paraíso gratuito para los más pequeños
- Tenerife, protagonista de Lotería Nacional: ¡cayeron tres premios mayores en la isla!
- Un coche amarillo circulando a más de 410 km/h: así es el coche que busca la Policía que ha batido dos veces el récord de velocidad
- Santa Cruz de Tenerife da luz verde a la creación de una nueva zona de ocio y deporte
- La subida de las nóminas de los canarios roza el incremento nacional
- Jorge Valdano: 'Felipe Miñambres es lo mejor que le podía haber pasado al Tenerife
- Conductores esquivan a un motorista tirado en la calzada en Tenerife
- Así fue la llegada de Jennifer López a Tenerife