Opinión | Azul y Blanco

María José Hernández García

Desbloquear Arico

Plaza de la Villa de Arico en construcción. |

Plaza de la Villa de Arico en construcción. | / EL DÍA

Recientemente, este mismo medio publicó una gran noticia: ¡El Pleno del Ayuntamiento de Arico había aprobado el reconocimiento de crédito de la factura que permitirá saldar las deudas con la empresa adjudicataria para terminar la construcción de la Plaza de la Villa de Arico!

La plaza, años y años atrás, era el lugar por excelencia en el que los vecinos se encontraban. De manera natural, era punto de confluencia entre la Iglesia y su Ayuntamiento.

Pero la dejadez de sus dirigentes ha hecho que ese municipio, de los más grandes de Tenerife, esté en situación de abandono. Ni gobiernos locales con PP, con PSOE o de CC escapan de la quema. Ningún alcalde ni alcaldesa ha tomado, con decisión y seriamente, la bandera del desarrollo de ese municipio.

La situación de la plaza es un ejemplo de ello. Hace más de quince años estaba sucia, vieja, con losetas ochenteras rotas que eran caldos de cultivo de hongos en los inviernos, que después amarilleaban gracias al perpendicular sol del verano. Llevaba tanto tiempo así, que se diría que su aspecto, deplorable, se había integrado en el paisaje. Se decidió darle el merecido lustre… hace casi diez años.

Una década más tarde, a la vista de cualquier visitante, delante de su iglesia de centurias, permanece cerrada al disfrute vecinal, con pavimento aún sin colocar.

La inacción (de todos y de todos los partidos políticos, sin excepción) les delata: la prioridad es cobrar por ocupar un cargo público. Se dijera que para quedarse en el sillón pagarían cualquier precio; que incluye la indolencia.

No es porque no lo vean. Delante de las Casas Consistoriales, con sólo acudir a los plenos, ya hay que pasar por los estrechos espacios disponibles, una incomodidad que se pensó coyuntural, mientras duraban las obras, y que va camino de ser perenne. Cuidarán sus concejales y alcaldesa actuales de no caer mientras transitan a pie por los alrededores. Para ello mirarán siempre para abajo; gesto también demostrativo de la vergüenza. Una vergüenza que abraza a cuantos precedieron en los cargos. Y nada hicieron al respecto.

Así, no es de extrañar que Arico se caracterice y sea famoso por dos asuntos: uno, el de los molinos de viento y paneles solares. Otro, el de ser el cementerio de toda la basura de Tenerife.

De pronto, un hálito de esperanza se cuela por el campanario de la Iglesia y apunta directamente a la plaza. La alcaldesa, Olivia Delgado, del PSOE, junto a la teniente de alcalde responsable de Obras y Contratación, anuncia la ansiada nueva. La decisión, avalada por los servicios técnicos y jurídicos municipales, es rigurosa. CC criticó la convocatoria plenaria, bajo falta de tiempo para comprobaciones legales del expediente. Entre unos y otros, así está Arico: dejadico Y enmierdecico.

El concejal José Luis Hervella (AST) dijo que la plaza se ha de hacer al margen de quien gobierne. Sabias palabras, pues Arico debió estar siempre por encima de cualquier partido político.

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