Opinión | Ver, oír y gritar

Marc Llorente

Apagones, rearme y seguridad o inseguridad

Imágenes de calles totalmente oscuras y actuación policial durante la noche del lunes 28 de Abril, tras el apagón eléctrico. Zona: eixample, consell de cent. Locales totalmente apagados y algunso con velas. Otros con problemas para cerrar las persianas eléctricas.  Turistas en la calle esperando a encontrar una solución para seguir su viaje. AUTOR: MANU MITRU

Imágenes de calles totalmente oscuras y actuación policial durante la noche del lunes 28 de Abril, tras el apagón eléctrico. Zona: eixample, consell de cent. Locales totalmente apagados y algunso con velas. Otros con problemas para cerrar las persianas eléctricas. Turistas en la calle esperando a encontrar una solución para seguir su viaje. AUTOR: MANU MITRU

Al redactar este artículo se produjo un apagón masivo que parecía ser un ciberataque. Afortunadamente, el problema se ha arreglado, pese a que internet no funciona en el momento de escribir, y la vida sigue casi igual. Un nuevo despropósito. El susto a cuestas y el mosqueo de que pueda repetirse cualquier acto que ponga en juego la realidad de las personas. No se le da tanta importancia a lo normal hasta que falla por un motivo u otro. El caos originado por un apagón prolongado sería terrible. Bueno es prevenir con las correspondientes medidas y saber curar ante contingencias indeseables que se pueden presentar fortuitamente o con sucios propósitos. La desinformación y los cutres intereses partidistas y mediáticos brillan en estas ocasiones con luz propia.

Al margen de eso, los malabarismos de Sánchez, nuevamente, consiguen salir airosos en la pista circense de cada día, y la división de opiniones está servida como siempre. Unos aplauden la actuación y otros abuchean. En el punto medio suele estar la solución. Y es que resulta que España ha venido comprando armamento a Israel, el patrocinador oficial del genocidio en Gaza, o los miles de civiles muertos de toda condición también en Cisjordania. Los socios del Gobierno de coalición pusieron el enfoque en la herida y se organizó una crisis. No se debe jugar con fuego y es preciso tener consciencia.

El incendio no ha ido a más y pudo sofocarse con la renuncia a colaborar con la industria militar israelí. Ni comprar ni vender armas a Netanyahu como forma de evitar ser cómplices de la masacre que tiene lugar con el aliento estadounidense y la mirada al tendido de la Unión Europea. El equipo de Grande-Marlaska no actuó a tiempo y surgió el inevitable escollo que podría haberse evitado. Sin embargo, es conocido el reconocimiento del Estado de Palestina por parte del presidente Sánchez.

En relación con el aumento del gasto militar, en 10.000 millones, y la política de defensa en nuestro país, cabe hablar y debatir sobre el rearme europeo con el que algunos se frotan las manos. Vale que esta cuestión y los asuntos exteriores sean una exclusiva de la Moncloa. Pero da la casualidad de que el presidente necesita el apoyo de sus socios para sobrevivir y que los juegos de prestidigitación tengan éxito.

Por tanto, el Ministerio del Interior asumió instrucciones para rescindir el contrato de compra de munición a una empresa israelí, pese a la indemnización de 6 millones de euros que deberá ser abonada. O reducirla o evitarla por la vía legítima del derecho internacional. Es decir, el Tratado sobre el Comercio de Armas y de la Posición Común de la UE. Las derechas, como no, se complacen en husmear e intentan sacar réditos políticos de todo cuanto pillan en el camino. Les seducen mucho más la cuestión financiera, enfangar y los intereses elitistas que la ética humanitaria, claro.

Así las cosas, toca centrarse en reactivar algunas medidas sociales pendientes. La reducción de la jornada laboral, por ejemplo, por la que lucha Sumar y, más en concreto, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Se ha puesto la segunda piedra, tras su aprobación en el Consejo de Ministros, después de las negociaciones con los sindicatos, pero quedan meses de trámites parlamentarios hasta la aprobación definitiva. Ya veremos. Sánchez ha anunciado una nueva inversión en materia de vivienda, que tanta falta hace que pueda ser accesible para las personas con más dificultades económicas.

El plan defensivo sigue adelante porque no requiere pasar por el Congreso. Por esto y por más, el Ejecutivo debe imponer vitaminas a una agenda social que nos sitúe en una importante posición en el nuevo contexto geopolítico. Sumar es el Pepito Grillo del PSOE, y su influjo empuja a que los socialistas cumplan con mayor facilidad. La extrema derecha y los nacionalismos populistas avanzan con sus tenebrosos aromas, y los valores democráticos sufren amenazas. Un cambio de era al parecer. No para bien de entrada. El próximo 11 de mayo habrá una concentración transversal en Madrid, una participación ciudadana en defensa de Europa y de la democracia precisamente. Que busca respuesta en las instituciones y neutralizar las ignominias.

La paz justa y duradera en Ucrania solo puede llegar a través de una negociación lo más equilibrada posible, respetando el ordenamiento legalmente constituido. Porque lo contrario es perpetuar la barbarie y no llegar a puerto. La guerra es la tormenta perfecta para justificar el aumento del gasto bélico. ¿Un mayor número de armas significa más seguridad? ¿De qué tipo? ¿Es sinónimo de disuasión? Los misiles no protegen contra la exclusión social, las injusticias y el deterioro democrático.

Poner el énfasis en la carrera armamentística es caminar hacia el conflicto, según indica la experiencia histórica. Inviértase el 2 % del PIB no en rearme, sino en cooperación con los países más empobrecidos. Y la cara del mundo mejoraría automáticamente. Frente a la fuerza bruta reside el respeto, el desarrollo, la dignidad o la prevención de conflictos. Única forma de construir un mundo más seguro y luminoso, alejado de apagones, y de distanciarse del sombrío terreno de la peor derecha. El buen uso de la diplomacia y la eficaz utilización de los oportunos tratados internacionales. El apagón masivo parece otra advertencia de lo que nos espera en un panorama lleno de incertidumbres. ¿Tras la tempestad llega la calma? ¿Hasta cuándo?

Tracking Pixel Contents