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Opinión | Tribuna abierta

El miedo en venta

Infografía de mochila kit de supervivencia.

Infografía de mochila kit de supervivencia. / LP/DLP

De pronto con una improvisación calculada a pesar de los disparates y gesticulaciones de los que gobiernan el mundo insinuando que se pudiera desencadenar una tercera guerra mundial, lo que no ha dejado de estar en cuestión desde la Guerra Fría, que a pesar de las tensas relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética, nunca llegaron a enfrentarse puesto que ante la amenaza nuclear compartida , como no existía supremacía alguna si llegaran a activar los botones atómicos no habría ni vencedores ni vencidos por lo que el resto de los mortales vivíamos ajenos a una probable guerra pero ahora ya es el miedo el que se ha destapado cobrando protagonismo informándonos como podríamos estar a salvo o medianamente resguardados, al menos durante las primeras 72 horas.

Aparecen los técnicos en supervivencia, que aun desde la Comisaria Europea de Preparación y Gestión de Crisis, publica durante la información de la estrategia europea un video presentando su propuesta de mochilla para la guerra que deberíamos tener preparada para afrontar esas horas; lo mismo que si la cuestión se pone muy fea se tendría que correr hacia los búnkeres subterráneos para poder capear el temporal.

Países que han estado con cierta alarma permanente como Finlandia cuya frontera con Rusia es de 1.340 kilómetros ya imparte formación voluntaria en defensa civil sobre una seguridad básica; según anuncian; Francia, activa una vez al mes las alarmas de aviso a la población para comprobar su funcionamiento. En Suiza hay unos 370.000 refugios para un espacio que puede soportar la totalidad de la población. Hasta nos han mostrado cierto modelo de bunker de lujo con piscina, cine con sillones confortables para oír música placidamente para unas cuantas familias o unifamiliar según el bolsillo de cada cual.

El negocio de la guerra es uno de los más atronadores en beneficio para quien lo monta que no solo se circunscribe a la guerra como tal sino lo que circula cada día a su alrededor y cobra más dimensión de este fenómeno destructivo es el miedo como categoría universal que gestionándolo como lo hacen se puede decir que es la puerta de entrada y de salida de este gran negocio. Si se pone precio al miedo, se obtendrá la libertad para seguir disfrutando de la vida aunque sea en precario.

Y el mejor aliado para alimentar el miedo es dar pábulo a la desconfianza, y a la sospecha. En la actitud de sospecha hay miedo hacia el sospechoso existiendo una interacción entre uno y otro y siempre a favor de este último, como subrayan aquellos que estudian el fenómeno desde el ámbito de la psicopatología. El sospechoso sabe todo de mi y yo apenas de él, de sus solapadas intenciones , sus confabulaciones, sus mentiras, arrogancias, , sus ritmos gesticulantes ante la incredulidad del resto, de sus dedos inquisitoriales ante las miradas abiertas que traduce pasmo y apuntalan la fabrica del miedo para ponerlo en venta.

Y donde el negocio del miedo se desarrolla, de momento de forma incruenta dejando como categoría no tan previsible, la violencia como única tendencia donde queda completamente fuera cualquier pensamiento político desde Kant hasta el de mi querido y recordado maestro, Filósofo y Sociólogo, José Luis Escohotado, donde en un mundo por el cual vagan bombas vivientes encapsuladas en la guerra de aranceles solo prevalece una utopia negativa y en contra de lo que describe Hobbes «todo hombre es enemigo de todo hombre» habrá que enfatizar que no todos estamos poseídos de una locura homicida, no todos deseamos la aniquilación de los demás y de nosotros mismos por mucho miedo que nos metan todos en el cuerpo.

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