Opinión | Sol y sombra

Pactos con xenófobos

El Gobierno niega la inseguridad en Canarias y llevará al fiscal la xenofobia

El Gobierno niega la inseguridad en Canarias y llevará al fiscal la xenofobia / Ángel Medina G.

Carlos Mazón es un político bastante inútil y dañino, como se ha comprobado en la gestión catastrófica de la dana en Valencia y en las múltiples versiones que ha ofrecido para contradecirse un día sí y otro también. Carece de iniciativa salvo la que él mismo elige para cumplir con sus fines o mantenerse vivo. Lo demostró cuando se apresuró a negociar antes que cualquier otro barón del PP con Vox, sin detenerse antes a pensar que esa coyunda madrugadora le podría costar la Presidencia del Gobierno a Feijóo, como sucedió en las pasadas elecciones generales y parece no escapársele a nadie. Mazón se ha convertido en una soga al cuello para los suyos, que desde Génova intentan desesperadamente desvincular su continuidad del acuerdo vergonzoso alcanzado con los amigos de Trump en España. Estos le han garantizado al presidente valenciano la supervivencia presupuestaria, pero a costa de renunciar a unos valores que los populares dicen, por otro lado, defender en materia medioambiental y de inmigración.

Junts también se ha salido con la suya al pactar con Sánchez un reparto desigual de menores extranjeros no acompañados (menas) del que, además, presume demostrando que lo que separa a los xenófobos de Cataluña en cuanto a inmigración es nada con respecto a Vox. La miseria partidista la define en este país el hecho de que el PSOE y el PP prefieran antes asumir los idearios indecentes de sus socios nacionalistas catalanes y españoles que replantearse un acuerdo conjunto en algo en lo que esencialmente están de acuerdo. Ya no es que sean extraños los compañeros de cama que hace la política, en España se trata de acostarse con auténticas ratas.

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