Opinión

Celebración de Jane Austen

La actriz Anne Hathaway, en una escena de la película 'La joven Jane Austen'.

La actriz Anne Hathaway, en una escena de la película 'La joven Jane Austen'.

Con tan solo 41 años vividos, Jane Austen (1775-1817) creó en sus novelas un escenario humano tan rico psicológicamente que no deja de estudiarse, publicarse y adaptarse a otras formas artísticas. Con motivo de celebrarse este año el 250 aniversario de su nacimiento, se ha programado algunos eventos en lugares de Inglaterra que marcaron su vida como Bath, Chawton y Winchester, entre otros.

Qué tienen sus libros que siguen siendo hoy una fuente de conocimiento social, casi comparable a un curso avanzado en relaciones humanas y ética. Es posible que se trate de algo muy demandado actualmente: la empatía interpersonal. Tras esta idea, está Keith Oatley, novelista y profesor emérito de psicología cognitiva en la Universidad de Toronto, que ha señalado que las tramas de las novelas de Jane Austen nos invitan a sintonizar con los personajes para saber qué sienten y piensan (Teoría de la mente) en tres pasos: investigación, descubrimiento y explicación social. Otros autores lo justifican porque de todo «lo que se omite», tan notable entre sus personajes, tenemos nosotros que irlo completarlo en compañía de sus protagonistas desde dentro. Y ese aprendizaje empático, mientras se leen sus novelas e imaginamos nuestra propia película, podría beneficiarnos más cognitiva y emocionalmente que desde las imágenes ajenas para la pantalla de sus obras; aunque, quién duda que esas dos formas de empatizar en lectura y películas suman y no restan.

Parte de la popularidad actual de Jane Austen viene de la adaptación a la pantalla de sus novelas. Algunas de ellas, además, en buenas manos como la multipremiada Sentido y sensibilidad (1995) que contó con un guion adaptado, además de interpretado por Emma Thomson, y una dirección de Ang Lee. También, Orgullo y prejuicio (2005), dirigida por Joe Wright y guion de Emma Thompson. Destacar la versión de Persuasión de 1995, dirigida por Roger Michell y, según contaba él mismo, único varón entre los chicos de su clase que admiraba a Austen… Este testimonio ejemplifica el gran estereotipo sexista de la literatura de esta autora (sobre «cosas de mujeres») que aún perdura, según la periodista y profesora del King´s College londinense Mary Ann Sieghart, donde solo el 19% de sus lectores son hombres. Y esto, pese a haberse incluido a Jane Austen en la lista del profesor y crítico literario Harold Bloom y su «canon occidental» con solo 26 figuras claves de toda la literatura.

Otras películas sobre sus novelas han sido Mansfield Park (1999 y 2007) dirigidas respectivamente por Patricia Rozema e Ian McDonald, y las versiones de Emma (1996 y 2020) por Douglas McGrath y Autumn de Wilde. Destacar los homenajes en tres lugares: Bath, escenario de sus dos novelas La Abadía de Northanger y Persuasión, Chawton village, donde está su última casa, hoy museo, y Winchester, donde en octubre se le va a descubrir una estatua conmemorativa.

La insistencia en sus novelas sobre la dependencia económica de sus protagonistas femeninas (entre otros lastres) posiblemente concienció y cambió el futuro de la mujer occidental. Leer a Jane Austen no solo permite disfrutar de su talento narrativo lleno de sabiduría emocional, sino de una buena estimulación para la parte cerebral de la empatía, algo atrofiada de tanta imagen de pantalla a todas horas, según la neurociencia.

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