Opinión | Retiro lo escrito
El golpe

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración del centro de fabricación aeroespacial avanzada (ADMIRE) de ITP Aero, en el Parque Tecnológico nº300, a 27 de febrero de 2025, en Zamudio, Vizcaya, País Vasco (España). La empresa ITP Aero / Iñaki Berasaluce - Europa Press
En Estados Unidos está en marcha un golpe de Estado progresivo, blando pero veloz, decidido e imparable. Eso es lo principal y el origen de cualquier análisis serio de esta hora sombría, no recordar la prepotencia egomaniaca de Donald Trump, su nulo respeto a la legalidad internacional y su brutal intención de repartirse Ucrania como se repartieron Polonia los nazis y los soviéticos en 1939. Unos cuantos miles de kilómetros cuadrados y el control de la producción cerealera ucraniana, maíz y trigo especialmente, para los rusos; la minería de extracción de las tierras raras para los estadounidenses; en medio, un gobierno títere que satisfaga a ambos potencias explotadoras. Todo esto no sería posible sin Trump, desde luego, y los planes estratégicos de Trump dependen, sustancialmente, del éxito de ese golpe de Estado posmoderno, según la feliz terminología que Daniel Gascón aplicó al proceso independentista catalán.
Hay que hacerlo rápido y la celeridad, de nuevo, no tiene demasiado que ver con la impetuosidad del anciano presidente, sino con una circunstancia política reglada: las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, que se efectúan cada dos años, en el mes de noviembre, y en las cuales se eligen a los 453 miembros de la Cámara de Representantes y a un tercio (33 o 34) de los senadores. Además en la misma fecha se designan por voto popular a los gobernadores de 34 de los 50 estados de la Unión para un mandato de cuatro años. También se eligen en estos comicios a muchas de las legislaturas de los Estados, bastantes de los cuales (y un buen puñado de municipios) aprovechan para plantear referéndum sobre un amplísimo número de asuntos políticos, administrativos, económicos, sociales o asistenciales.
Ocurre que con poquísimas excepciones históricas las mid-term elections castigan al partido del presidente de la República. Para muchos analistas, y al margen de su finalidad política específica, suelen representar un juicio sobre el desempeño del jefe de Estado y su gabinete. En la coyuntura actual los senadores republicanos son 53 y los demócratas 47, pero cuatro escaños de los primeros se consiguieron por una mayoría pequeña (en un caso casi ínfima). La mayoría de la Cámara de Representantes está en 218 escaños y los republicanos cuentan con 220. Por eso el trumpismo necesita desarrollar al máximo su agenda en el próximo año y medio: levantar estructuras políticas y jurídicas difícilmente reversibles que en todos los casos contribuyan a transitar desde una república (aspiracionalmente) democrática a un régimen autoritario, carismático, plebiscitario, a la vez tecnocrático y populista, nacionalista y empapado de religiosidad. En un mes Trump ha comenzado a desarticular la mayoría de las agencias estatales, ha echado o mandado a un limbo legal a miles de funcionarios, ha cortado o paralizado decenas de miles de millones de fondos destinados a educación, sanidad y programas sociales, ha eliminado la ciudadanía por nacimiento a hijos de migrantes, ha puesto en manos del mayor multimillonario del planeta los datos privados de millones de estadounidenses y ahora ha exigido a sus senadores y representantes que se amplíen aún más las exenciones fiscales a las rentas más altas y además que el Congreso las declara “permanentes”, lo que significa no revisables. Por supuesto se han presentado cientos de denuncias. Les importa un bledo.
Gracias a los Estados Unidos las democracias europeas pudieron vender al nazismo alemán y al fascismo italiano. Ahora los necesitamos de nuevo, pero en su propio país. Para pararle los pies a un golpista reaccionario, canallesco y corrupto en su propio país. Mientras los europeos deben poner pie en pared. Con inteligencia, con determinación, con coraje.
Suscríbete para seguir leyendo
- Adolescencia' y la desafortunada referencia a Tenerife de la serie de moda de Netflix
- La Justicia tumba la Ordenanza de Tráfico de Santa Cruz de Tenerife
- La problemática del aparcamiento continúa en el Aeropuerto Tenerife Norte: cierran un terraplen cercano con decenas de estacionamientos
- Las cámaras graban el robo con violencia a una mujer en su casa de Tenerife
- Sarah Jessica Parker se toma una café en la plaza de la Catedral de La Laguna
- Estos son los nuevos radares de la DGT en las carreteras de Tenerife
- Carmen Morales actúa en El Sauzal: «Visitaré todos los lugares de la Isla en los que estuvo Agatha Christie»
- Canarias busca resquicios jurídicos para tener una ley de residencia: Clavijo afirma que 'hay zonas donde no te sientes canario