Opinión | La cantina ilegal

Perder el norte

Ya tenemos el primer fallo del jurado de murgas adultas y ya subió la temperatura en mi cantina

Componentes de Ni Pico Ni Corto.

Componentes de Ni Pico Ni Corto. / Andrés Gutiérrez

Ya tenemos el primer fallo del jurado de murgas adultas y ya subió la temperatura en mi cantina. Anoche cerré cerca de las cinco, sin tiempo si quiera para echarme un fisco de condumio pa’ aguantar la trabajera.

Y digo que subió la temperatura porque ya presencié las primeras conversas de alta tensión acerca de la elección de finalistas que conocimos anoche; pero es que está claro que nunca llueve a gusto de todos y, si todos pensáramos igual, las noches en mi negocio serían aburridísimas. Finalistas aparte, me pareció interesante la conversa de la mesa del fondo donde hablaban, y con razón, del buen sabor de boca que han dejado hasta ahora las murgas del norte, en el concurso de Santa Cruz. Las participantes que este año han llegado de Icod, Los Realejos y El Puerto, han estado a un gran nivel y han brillado con luz propia, aportando un plus de calidad al certamen que muy pocos esperábamos.

Este año, el concejal y las murgas, decidieron abrir el cupo a todas las que quisieran venir de fuera y, por lo visto hasta ahora, la decisión fue un acierto independientemente de cual sea el resultado final, el viernes por la noche. Lo que está claro es que han llegado para quedarse y para que podamos disfrutar de ellas; solo cabe esperar que no aparezca nadie que vea que ahora, pasar a la final y ganar premios, cuesta un poco más caro y decidan cerrarles la puerta, lo que en mi Cantina muchos clientes tendrían claro que sería perder el norte.

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