Opinión | El recorte

Tranquiiiiiilos

Representación artística de un asteroide cualquiera.

Representación artística de un asteroide cualquiera. / ESA

Uno tiene sus planes, sus sueños, sus problemas y sus angustias y de repente un tipo con una bata blanca te los quita de golpe. Con un diagnóstico te da una hostia que transforma todo lo que te preocupaba en una coña marinera. Te tocó la lotería de la mala suerte. Las últimas noticias son algo parecido, pero a nivel cósmico. El espacio profundo ha decidido lanzarnos un mensaje para sacarnos de nuestra zona de confort de guerras, aranceles y putaditas varias. La carta tiene forma de un pedrusco espacial de unos noventa metros de diámetro llamado YR4; un asteroide que lleva un rumbo tan extremadamente cercano a nuestro planeta que ha puesto en alerta a todo dios.

Naciones Unidas, tan veloz como incompetente, ha activado algo denominado Protocolo de Seguridad Planetaria. Lo hace porque existe más de un 1,5% de posibilidades de que el tonique espacial impacte contra la Tierra el próximo 22 de diciembre del año 2032, con una potencia capaz de hacer desaparecer del mapa a una gran capital europea.

Un ciudadano griego de la isla de Santorini, donde los habitantes están huyendo despavoridos por los terremotos, podría decir que lo del pedrusco espacial le preocupa infinitamente menos que los terremotos. Miles de personas se han mandado a mudar de sus casas después de los seiscientos sismos que les han movido los empastes de las muelas desde el pasado 24 de enero. La gente vive con el miedo en el cuerpo por el precedente de lo ocurrido en 1956, en la cercana isla de Amorgos, donde un gran terremoto de casi ocho puntos produjo un tsunami con una ola de treinta metros que acabó con la vida de medio centenar de personas.

En Tenerife hemos estado padeciendo repetidos sismos en los últimos tiempos. ¿Y que nos dicen? Pues que tranquilos, porque no habrá volcán a corto plazo. ¿Y a medio? Bueno… a medio sí podría. ¿Y del asteroide? Pues lo mismo. Tranquilos, han dicho en Godilandia, porque no caerá en Europa. Claro que han olvidado, una vez más, el pequeño detalle de que Canarias sí está en la zona donde podría caer el pepino. O sea, tranquilos y dos huevos duros. Todo el mundo sabe que el Gordo siempre cae en Los Realejos.

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