Opinión | EN EL CAMINO DE LA HISTORIA

Posicionamiento de la antipolítica

Muchos dentro del espectro de la izquierda observan cómo la rosa se ha quedado marchita porque en el tiempo no se ha regado con el agua de las ideas revitalizadoras

Sesión de control al Gobierno en el Congreso.

Sesión de control al Gobierno en el Congreso. / José Luis Roca

La democracia, desde su descubrimiento por Clistenes de Atenas como sistema político durante el trascurrir del tiempo, se ha visto violentada por diferentes circunstancias, unas la han apuntalado y otras tienden a cuestionarla.

Pero acercándonos a la política como la teoría de la acción y escapándonos asimismo como el arte de engañar, según Maquiavelo, el espacio histórico de la modernidad es el escenario donde compiten el socialismo, el liberalismo y los ultras extremos, que al principio desde la era preindustrial era mucho más lo que les unía que lo que les separaba.

Hoy en los debates y comparecencias en el Parlamento español se observa que unos y otros pugnan por ser el paradigma de la política por sí misma sin darse cuenta o dándose, que están, unos y otros bordeando la antipolítica, enquistados en un inmovilismo, en falta de cintura dialéctica donde lo empalagoso y repetitivo del discurso ya no es que provoque la náusea, pero cerca está de hacerlo. Poniendo en peligro, si se continúa por ese camino, a la misma democracia.

La democracia por esencia se opone a la política del mito, o sea, a la antipolítica, porque ésta es propia de los regímenes totalitarios, y de modo recíproco los regímenes totalitarios hacen uso del mito político justamente para derrocar la democracia e impedir su regreso, porque los demócratas que dicen serlo de toda la vida le han puesto argumentos para transitar por esa senda angosta.

Thomas Mann, para reencontrar la oposición constitutiva de democracia y mito totalitario, ya desde 1922 enfatiza que democracia es solamente el nombre político para el más antiguo concepto clasista de la humanidad. Mientras, Tocqueville se preguntaba con anterioridad: ¿es tan clara la barrera que divide democracia y totalitarismo, o los dos regímenes se sitúan en una línea en movimiento que continuamente puede desequilibrarse y hacer caer el uno sobre el otro rubricando el concepto de «despotismo democrático»?

El mito significa tanto para la derecha conservadora y liberal, como también para la izquierda progresista y socialista que nació para construir un mundo solidario y de esa palabra gigante, hiperdensa, palabra nuclear dentro del mundo de las ideas se aleja de la vía que apenas conduce al igualitarismo, ya que desde dentro han construido un monstruo de siete cabezas que se está autofagocitando, que aunque de vez en cuando entonan la Internacional no tienen nada que ver ni con la izquierda, ni con la Comuna de París, ni siquiera con el Revisionismo Bernsteiniano de la II Internacional, y menos aún en la reunión presidida por Sánchez en Rabat del Consejo Mundial de la Internacional Socialista junto a una política marroquí que pidió ocupar Canarias, y defendiendo que su receta es mantener la defensa de la democracia a pesar de seguir reconociendo la regionalización del Sahara Occidental, sin atreverse a decir que fue de motu propio sin someterlo a la consideración del Parlamento ni siquiera a su gobierno del momento. ¿Tal vez «despotismo democrático» como reseñó Tocqueville?

Muchos dentro del espectro de la izquierda observan cómo la rosa se ha quedado marchita porque en el tiempo no se ha regado con el agua de las ideas revitalizadoras, los puños ya no se cierran, solo las palmas de las manos son fervorosas y el internacionalismo que fue bandera del socialismo es incapaz de superar una sociedad cada vez más desigual. De Rousseau se ha trasgredido a Nietzsche.

La izquierda abunda en iconos sacados de registro conduciéndose por vías estrechas que han contribuido a que no viva en el espacio del progreso, reforzándose del mito situado fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes que creen poseer una heroicidad desmedida más allá de la de Hércules o Prometeo.

Tracking Pixel Contents