Valencia. Fatiga por compasión

Muchos pacientes y personas a través de las redes me comentan sentirse desbordados emocionalmente por el trágico suceso de Valencia, y es que quizás no lo sepan, pero la exposición de manera constante a noticias o situaciones traumáticas, como lo ocurrido con La Dana, puede generar fatiga por compasión, también llamado trauma vicario.

El trauma vicario puede tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar de un individuo, apareciendo síntomas como ansiedad, depresión, ira, irritabilidad, hipervigilancia y agotamiento emocional, falta de concentración, alteraciones en el sueño (pesadillas), angustia, sensación de impotencia, desesperanza, pensamientos rumiantes, falta de energía y también síntomas físicos como tensión muscular, dolores de cabeza, alteraciones alimenticias. Esto, si no se tiene una buena gestión de emociones, puede ocurrir en muchísimos entornos, incluyendo, profesiones como las sanitarias, trabajo social, aplicación de la ley, periodismo, entre otras. Y por supuesto, cualquiera que se sobreexponga al sufrimiento de otras personas, aunque sea viéndolo a través de la pantalla, acaba sintiendo el dolor profundamente, llegando a experimentar los efectos emocionales y psicológicos de experiencias traumáticas.

Nuestro cerebro está diseñado para conectar con los demás y activa una empatía profunda a través de las neuronas espejo que nos hacen experimentar el dolor ajeno. Sin embargo, esta empatía activa también el modo alerta percibiendo el sufrimiento como una amenaza real lo que desencadena en reacciones de estrés y agotamiento.

Si padeces ansiedad, depresión, es normal que la exposición a catástrofe como La Dana te impacten más, desajustándote emocionalmente.

Psicopíldoras:

1. No se trata de un retroceso: Esto es una respuesta normal de tu cerebro ante un estrés intenso y profundo.

2. Es bueno estar informados de lo que sucede en el mundo y más en nuestro país incluso para valorar la manera, dentro de posibilidades de cada uno, de poder ayudar. Sin embargo, la sobreinformación, estar conectados al dolor continuamente, en muchas ocasiones, puede afectar la salud mental. Limita como y cuando ver este tipo de noticias. Ten en cuenta que, antes de dormir puede afectar tu descanso.

3. Que te duela, o afecte el dolor ajeno no te hace débil. Eso habla de tu humanidad y empatía, y eso te hace una gran persona. Involúcrate de manera asumible. Haz lo que puedas con lo que tengas, teniendo siempre en cuenta tu situación.

4. No te sientas culpable por seguir con tu vida y pasarlo bien. No te apropies de un dolor que no te corresponde. Empatizar y sentir tristeza por el dolor ajeno no es incompatible con sentirte afortunado por no ser víctima de tal catástrofe.

6. Escucha tu cuerpo y conoce tus disparadores. No todo el mundo disfruta de películas de terror y eso no significa nada. Si tienes más sensibilidad ante ciertos temas, protégete.

7. Compartir lo que sientes con personas de confianza puede ayudarte a procesarlos.

8. Si sientes que se te va de las manos, pide ayuda profesional. n