Opinión

Salud mental y rumiación

Belén González, comisionada de Salud Mental.

Belén González, comisionada de Salud Mental. / EFE

Nuestra mente es nuestro peor algoritmo. No sé si te has dado cuenta que en cualquier red social, si ves un anuncio entero, sugerido por la propia red, no para de saltarte anuncios similares. Pues de la misma manera ocurre con nuestra cabecita. Cuando piensas algo durante más de 5 segundos, el cerebro comienza a enviarte pensamientos parecidos. Si no lo paras pronto, tu cerebro se convence que te interesa mucho eso que piensas, y cada vez te enviará pensamientos más fuertes e intensos hasta que no puedas pensar en otra cosa.

En ocasiones, cuando tomamos decisiones erróneas y las cosas no salen como esperábamos, solemos entrar en un tipo de pensamiento circular lleno de juicios negativos, de culpas y de remordimientos que nos jugarán malas pasadas. El famoso bucle mental, o rumiación. No olvidemos que nuestras emociones incómodas, si no son bien gestionadas, condicionan nuestro comportamiento. Aquí es cuando en vez de ser tú quien lleva el control de tu cabeza y tu comportamiento, son tus emociones incómodas, generadas por esos pensamientos, las que dirigen tu vida.

Todos tenemos creencias que se desencadenan ante la frustración, la tristeza el, estrés, etc. Estas creencias muchas veces son un disparador de ideas limitantes que se mueven en forma de círculo sin llegar a ningún lugar.

Cuando en nuestro cerebro se activa el estado de alerta, generamos cantidades altas de cortisol y el organismo cambia. Afecta a nuestro sistema inmune. Por esto mismo es tan importante conocer nuestro mundo interior para poder hacerle frente.

La clave pasa por aprender que estas reflexiones en bucle, un tanto adictivas, nunca son aleatorias, y que también pueden ser oportunidades extraordinarias para aprender a entenderte y a encontrar la ruta interna para alcanzar tu bienestar.

Psico-Píldoras:

1. No olvides que tú no eres tus pensamientos. Tus pensamientos son solo una parte de ti y se desvanecerán si no los retienes. Examina tus pensamientos con curiosidad y sin juzgarlo. Para de juzgar situaciones y experiencias. Esto no las cambiará y solo conseguirás gastar energía.

2. Tu mente te enviará información sobre todo pensamiento que decidas descifrar, en lugar de permitir su entrada, pero sin atenderle. Si piensas que no eres suficiente tu mente te mostrará todas las veces que te has equivocado. Pero si alimentas esos pensamientos y hábitos que alimentan tu salud mental, todo so crecerá y se fortalecerá. Si te enfocas en las cosas que no has logrado, te olvidarás de lo que te ha salido bien.

3. Una estrategia conductual es escribir todo lo que se te viene a la cabeza. Hay estudios científicos que explican que cuando uno escribe sobre emociones, se activa una parte del cerebro que te genera dopamina (hormona que te hace sentir bien) y así compensa con el cortisol que tu idea rumiante te está generando. Aunque parezca extraño, escribir ayuda a cambiar la narrativa.

4. Respiración: cuando estamos en estado de alerta, nuestra respiración cambia, pasando a ser entrecortada, por lo que ayuda a activar nuestro sistema nervioso central y desajustarnos emocionalmente. Llevar a cabo una buena respiración es importante en estos momentos.

5. Vida Social: es fundamental y unos de los mejores distractores para frenar a los pensamientos. Escuchar y hablar de lo que nos pasa es soltar. Pero ojo, cuidado con caer en el monotema. Hablar siempre de lo mismo te debilita.

6. No se trata de controlar o evitar los pensamientos desagradables, sino de observarlos sin aferrarte a ellos. De la misma forma que no te quedas viendo un vídeo que no te gusta.

Tracking Pixel Contents