Opinión

Bienvenida seña Cuaresma

La Afilarmónica Ni Fú Ni Fá, en el Coso apoteosis celebrado este Martes de Carnaval.

La Afilarmónica Ni Fú Ni Fá, en el Coso apoteosis celebrado este Martes de Carnaval. / Carsten W. Lauritsen

Al final tendré que hacer caso a quienes dicen que debo contratar a alguien que me eche una mano en mi Cantina porque la trabajera de viernes a martes sin descanso, no hay cuerpo que la aguante. Un cliente mío, que pertenece a la patronal de la garbanza, me dijo que puedo contratar un ayudante por cuatro horas y que trabaje dieciséis; pero el sindicato del Conejo en Salmorejo me ha dicho que ni se me ocurra... y no se qué hacer.

Y a todas estas, el carnaval oficial hoy llega a su fin con uno de los actos con más tradición de nuestras carnestolendas y sobre el que los historiadores no se ponen de acuerdo con respecto a su origen. Lo que está claro es que para nuestro carnaval fue la FUFA quien lo rescató y que es el que marca la llegada de la cuaresma. Esta noche, después de un desfile agónico por la ciudad, la sardina será incinerada y con ella arderán los excesos cometidos en estos días en los que Don Carnal ha hecho de las suyas. Si yo pudiera, aprovecharía para quemar con ella todo lo negativo de nuestro carnaval: El desfile de aficiones en las murgas infantiles, la dinámica del concurso en las adultas, el noventa por ciento de la gala, la poca afluencia de público en las agrupaciones, los espacios entre comparsas en Ritmo y Armonía, las butacas vacías del auditorio en las rondallas, la escasez de guaguas para los grupos al acabar la cabalgata o los precios de los mesones y la feria que arruinan a cualquiera...

Por supuesto que no me olvidaría de todo lo bueno que ha sucedido, que ha sido mucho, y cogiendo fuerzas para la piñata que viene, brindaría con mis clientes diciendo: Bienvenida seña Cuaresma.

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