Opinión | observatorio

Miguel A. Betancor León

Canarias dialogando con la IA en el 2024

La UE y la IA

La UE y la IA / El Día

2023 ha sido sin duda el año de la Inteligencia Artificial. El trending topic por excelencia del año, esta tecnología experimentó un crecimiento exponencial en su aplicación, marcando un año más en su trayectoria de continua evolución y exploración. La interacción con máquinas se ha vuelto cotidiana; solicitamos consejos, obtenemos recetas, realizamos trabajos académicos, creamos artículos, generamos sonidos, imágenes y videos, todo a través de algoritmos. Lo que antes era dominio exclusivo del intelecto y esfuerzo humano, ahora es compartido con la tecnología.

En su día, Internet transformó radicalmente diversos aspectos de nuestra vida: la forma en que trabajamos, nos comunicamos, jugamos, aprendemos y consumimos. La IA promete un impacto aún más profundo. Las IA de tipo generativo, en particular, están abriendo un nuevo horizonte revolucionario en nuestras vidas. Esto ha dado lugar a la aparición de los «prompt engineers», profesionales especializados en formular instrucciones precisas para obtener resultados específicos de la IA, recordándonos siempre que estamos interactuando con una máquina y no con un ser humano.

En un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, donde parece que basta un parpadeo para quedarse atrás, surge una pregunta crucial desde las Islas Canarias: ¿cómo podemos utilizar esta tecnología emergente en beneficio de nuestro desarrollo y posicionamiento global, evitando así quedarnos rezagados? Para buscar respuestas, hoy recurrimos a Bard, la herramienta de Inteligencia Artificial de Google, indagando sobre cómo la IA podría aportar valor a las Islas Canarias. Bard, demostrando su vasto potencial, nos ofreció una serie de ideas innovadoras para aprovechar las oportunidades que presenta la IA en este contexto dinámico y en constante evolución. Esto nos responde:

El potencial transformador de la inteligencia artificial en las Islas Canarias según Bard:

Las Islas Canarias, como región insular con una rica biodiversidad y una posición estratégica en el Océano Atlántico, se encuentran en una posición privilegiada para aprovechar el potencial transformador de la IA.

a.El turismo: Una industria próspera impulsada por la IA

El turismo es uno de los pilares económicos más importantes de las Islas Canarias. Con sus paisajes únicos, clima templado y exuberante naturaleza, las islas reciben millones de visitantes cada año. La IA puede desempeñar un papel crucial en la mejora de la experiencia turística.

b.Gestión eficiente de recursos: Agua, energía y sostenibilidad

Las Islas Canarias, ubicadas en un archipiélago tropical, enfrentan desafíos únicos en el ámbito de la gestión de recursos, especialmente en lo que respecta al agua y la energía. La IA puede contribuir de manera significativa a optimizar el uso de estos recursos.

c.Soluciones innovadoras para sectores clave

La IA también puede aportar mejoras significativas a otros sectores:

Salud y bienestar: La IA puede contribuir al desarrollo de herramientas de diagnóstico y pronóstico más precisas, así como a la personalización de tratamientos médicos, mejorando la calidad de la atención sanitaria.

d.Desafíos y oportunidades: Preparando el terreno para el futuro

La adopción generalizada de la IA en las Islas Canarias requiere la creación de un ecosistema favorable que incluya la formación de talento cualificado, la inversión en infraestructura tecnológica y la promoción de la innovación. Sin embargo, también existen oportunidades únicas para que las islas se posicionen como un centro de excelencia en el desarrollo de soluciones basadas en IA.

e.Un futuro prometedor impulsado por la IA

Para aprovechar plenamente este potencial transformador, es necesario abordar los desafíos actuales y fomentar un entorno favorable a la innovación y el desarrollo tecnológico. Con una visión clara y un compromiso conjunto, las Islas Canarias pueden convertirse en un referente mundial en el uso responsable y ético de la IA.

Conclusiones y reflexiones personales: Adaptarse o quedarse atrás

No cabe duda de que estamos atravesando un nuevo Renacimiento, una era donde la razón humana se entrelaza con la inteligencia artificial. Este cambio nos lleva desde un antropocentrismo renacentista a una era tecno-humanista, diseñada por y para el ser humano. Pasamos de un Homo Sapiens puramente natural a uno tecnológicamente humanizado. Esta transformación no es fruto de una tecnología digital extraterrestre, sino una creación humana, y recae en nosotros la responsabilidad de utilizarla de manera que beneficie a la colectividad y no solo a unos pocos que controlan dicha tecnología.

El temor a lo desconocido y la tendencia a demonizar lo nuevo pueden llevarnos a un futuro donde lo artificial eclipse lo natural. Para evitarlo, debemos comprender esta realidad y usar esta comprensión para vivir mejor, previniendo desequilibrios sociales derivados de su uso indebido.

La inteligencia artificial, al igual que Internet, ha revolucionado nuestra vida. No podemos imaginar un día sin conexión a internet, y de la misma manera, la inteligencia artificial se convertirá en un pilar fundamental en campos tan diversos como la educación, la salud, el entretenimiento, el deporte, el derecho y el urbanismo. Los humanos hemos creado esta tecnología y somos responsables de su impacto positivo, centrándonos en un nuevo renacimiento donde la razón natural y artificial coexisten de manera humanizada.

Aunque la tecnología nos enfrenta a decisiones complejas, es esencial que estas decisiones permanezcan en manos humanas. Debemos evitar convertirnos en ‘idiotas útiles’, para evitar ser manipulados sin comprender plenamente lo que está en juego. La tecnología debería servir para potenciar nuestras capacidades humanas, no para disminuirlas.

Es fundamental educar sobre estas tecnologías donde prohibir no es la solución, pero sí lo es educarse. Demandará nuevas habilidades, upskilling y reskilling. La primera para fortalecer las competencias adquiridas y la segunda para prepararse a nuevos contextos como la IA.

La intersección entre el arte y la IA ha sido quizás uno de los temas más contenciosos de esta tecnología. Al respecto, Javier De la Chica, experto en Inteligencia Artificial con experiencia en el sector de la animación en Canarias ha sido pionero en las reflexiones y el desarrollo de varias de estas cuestiones. «Por un lado, se plantea el debate sobre si lo creado por la inteligencia artificial puede considerarse arte, una cuestión que será resuelta con el tiempo por las futuras generaciones y sociedades. Por otro lado, existen cuestiones legales como los derechos de autor, las cuales requieren la intervención y decisión de juristas, jueces, legisladores y expertos. Sin embargo, más allá de estos aspectos, es imperativo abordar los desafíos laborales que plantea la IA.»

Todas estas reflexiones apuntan a un mismo lugar: la cuestión de si la inteligencia artificial (IA) nos reemplazará o nos asistirá para contribuir de manera más efectiva a la sociedad depende menos de sus características técnicas y más de cómo se implemente, con un enfoque centrado en el ser humano. Es esencial establecer políticas regulatorias equilibradas y competitivas que prevengan el uso monopólico e injusto de la IA, pero sin obstaculizar su desarrollo en beneficio del bien común, evitando que quedemos rezagados en comparación con otras naciones y regiones.

Por tanto, es crucial que en Canarias nos adelantemos al desarrollo inevitable de la IA.

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