Opinión | Retiro lo escrito

Una estafa desvergonzada

El ministro canario Ángel Víctor Torres en el Senado

El ministro canario Ángel Víctor Torres en el Senado / Diego Radámes/ Europa Press

El PSOE funciona, cada vez más claramente, como una mente colmena: una uniformidad de retóricas, gramáticas y contenidos dignas de un estudio específico de Víctor Klemperer. Salta la pequeña chispa verbal de la boca del presidente del Gobierno o de una ministra e inmediatamente el pentecostés del argumentario ilumina a todos los discípulos. Por los periódicos, las radios, las televisiones y las redes sociales todos repiten lo mismo cientos de veces. ¿Y cómo la verdad no va a ser hermana de la abundancia? Escucho por ejemplo a este caballero, Ángel Víctor Torres, ahora ministro de Política Territorial, algo que, vista su agenda pública, no es una gran cosa. Se ha quedado el hombre como ministro de aniversarios y conmemoraciones y a veces parece, incluso, que lleva un calendario progresista colgado en el cuello, como otros llevan una medallita de la virgen. Torres aprovecha su visita ministerial a Canarias para afearle la conducta al Gobierno autonómico por no aceptar los planteamientos del Ministerio de Hacienda en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, merced a los cuales esta comunidad autónoma recibiría 6.074 millones de euros en concepto de entregas a cuenta en 2024, «la mayor cifra de la historia, un incremento del 8,63% con respecto a este año que termina». Porque, por supuesto, Torres «no entiende» que no se acepte automáticamente semejante bicoca, y demanda dramáticamente a Coalición Canaria que explique por qué pone los intereses políticos del PP sobre los intereses de los canarios». Snff.

Si uno repasa la prensa regional de toda España no hay jerarca socialista que no haya repetido esta salmodia porque, mágicamente, todas las comunidades registran aumentos de financiación. Por supuesto que estas jeremiadas tienen truco y el truco se llama inflación. Si los productos que compras han subido de precio –y vaya que sí lo han hecho– el ingreso por los impuestos indirectos que los gravan aumenta necesariamente. El proyecto presupuestario diseñado por el equipo de la consejera de Hacienda, Matilde Asián, se quedó cortó, estimando 232 millones de euros menos procedentes del Estado. De todas formas da un poco lo mismo. Una de las puñeteras consecuencias de pasarse tres meses negociando la investidura es que este Consejo de Política Fiscal llega tarde, muy tarde, a mediados de diciembre, y quedan apenas tres o cuatro días para que los presupuestos generales canarios se aprueben en la Cámara regional. Esos 232 millones se van a perder. De modo y manera que estos genios llegan tarde a un compromiso fundamental del Estado y presumen de un incremento de las entregas a cuenta que solo es fruto de la inflación e incluso tienen la fastuosa pachorra de regañar a los gobiernos autonómicos e insinuar comportamientos políticamente miserables.

Yo no creo, sinceramente, que quepa esperar otra cosa del sanchismo, una praxis que el PSOE ha abrazado como todo futuro posible si se trata de mantener el poder, y no se trata de otra cosa. Y sin embargo no deja de sorprenderme toda esta ordalía de cinismo marmóleo y chiquilicuatre miseria moral. Toda la hedionda adhesión inquebrantable de los patxilopez, los oscarpuente, los angelvictortorres. Porque la estrategia de Sánchez ya es el modus vivendi del PSOE y no hay marcha atrás imaginable. La receta la prescribió Pablo Iglesias: una alianza entre la izquierda y los partidos independentistas que garantizara el poder y congelara la alternancia. Lo que ocurre es que la consecuencia de tal asociación placía a Iglesias y a sus zombis ideológicos –la ruptura del régimen constitucional de 1978 hacia una república confederal o algo así– y en cambio será letal para el PSOE. ¿Cómo relacionarse desde Canarias con algo así? ¿Cómo confiar en que se respete una agenda canaria? Si quieren le pueden hacer la pregunta a José Manuel Albares, que se fue de Marruecos de visita oficial y felicísima, explicándole al presidente Fernando Clavijo que, por supuesto, no trataría con el Gobierno marroquí ningún asunto que se refiera a Canarias. La agenda canaria consiste, en sus mejores momentos, en que nos sigan vacilando impunemente, pero eso sí, con buena educación.

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