Opinión

Batista

Limpien la isla

Basura fuera de los contenedores, en Santa Cruz de Tenerife.

Basura fuera de los contenedores, en Santa Cruz de Tenerife.

En cada esquina, en cada arcén, en cada espacio natural y casi en cualquier parte, encontramos en Canarias una gran cantidad de residuos sin recoger. Ahí quedan, en una espera constante para que venga el viento y se los lleve un poquito más lejos. Los grandes damnificados son los entornos de las carreteras y los espacios naturales.

Ante esto sólo queda aumentar la capacidad de los equipos de limpieza y recogida, que deberían dar ejemplo y siempre estar atentos ante los posibles despistes de unos pocos ciudadanos que no son capaces de parar un momento y esperar al siguiente espacio para tirar sus cosas.

Es frustrante. Tenemos pocas evidencias de porque ocurre esto, pero lo que sí es seguro es que la responsabilidad que podemos atender y mover, que es la responsabilidad pública, tiene las herramientas para dar una mejor cobertura a estas situaciones. El mero hecho de que todos los espacios estén en mejor estado, invita a que los degradadores se animen a generar menos problemas. Nadie quiere ser el primero en ensuciarse.

Así es la voluntad del consejero de Medioambiente del Cabildo de Fuerteventura, Carlos Rodríguez, que en su próximo presupuesto tiene la voluntad de establecer un cuerpo dependiente del Cabildo de Fuerteventura, para mantener toda la costa limpia de cualquier elemento extraño que distorsione nuestro paisaje. Esperemos que lo consiga.

Muy en contraste con lo que vemos en Gran Canaria o Tenerife en diferentes puntos de la isla. No hay que ir más allá de la Isleta, en Las Palmas, para encontrar un numeroso grupo de enseres abandonados en una zona controlada por militares en desuso.

Ante el descuido de vayas y alambradas, son muchos los palmenses que se encuentran cada tarde en su paseo con una gran diversidad de basura regada por doquier en ese espacio, tal como nos mostraba ayer Javier Rodríguez en una pieza para la Cadena SER.

Sería muy sencillo tener un control efectivo de cuáles son las zonas donde más residuos irregulares se generan, y dar camino a acciones concretas para paliar el deterioro constante de nuestros lugares.

Un buen ejemplo de este cuidado fue la intervención del Cabildo de Tenerife es el Sitio de Interés Científico de la Caleta de Adeje, en el sur de Tenerife, donde se intervinieron en 2020 todos los residuos allí existentes, así como los medios para su generación.

Desgraciadamente no podemos controlar la voluntad individual, pero si generar mecanismos y estrategias para que la voluntad pública ataje los problemas más importantes, con inteligencia y mesura.

Nuestras instituciones deben invertir más y mejor en el cuidado de nuestros espacios, no sólo en la mera limpieza, si no la puesta a punto de calles, carreteras o jardines. Es bien seguro que un mayor cuidado de lo común nos hará una vida más agradable a todos.

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