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Opinión

Omar Batista M.

Mago conoce

Agilizar el retorno del IGIC al turista reportará más de 78 millones al PIB

Agilizar el retorno del IGIC al turista reportará más de 78 millones al PIB / El Día

El IGIC se mantiene tal y como está. Una gran noticia. Ahora simplemente vamos a recordar coo hemos escrito ya muchas veces que Canarias se gobierna siempre de la misma manera, y que sus organizaciones están presas del sentido común. Decide más Fepeco que la Consejería de Obras Públicas, decide más el cuerpo del ecologismo que la Consejería de Transición Ecológica, decide más Ashotel o Las Kellys que la Consejería de Turismo y Empleo, decide más el cuerpo de organizaciones feministas, disidentes del género y los amigos de la diferencia, que la Consejería de Diversidad y Derechos Sociales, decide sin duda más una voluntad de ser aceptados por los pequeños menceyitos que manejan todo que la propia agenda política de un partido político.

Los partidos en esencia son organizaciones que procuran gestionar el presupuesto público. ¿Y qué transforman? Muy poca cosa. Si vamos a la verdad menos transparente, sólo un 15% del presupuesto público puede variar en cualquier institución pública. Los dineros están dados ya para lo fundamental. Para la asociación de no sé dónde o el macroproyecto social de no sé quién. Todos los mismos. Una dirección de notables que dirige este Archipiélago, donde los partidos se convierten en meros intermediarios de personas que participan de la vida pública.

Entonces, en la tierra donde todo es limitado y nada cambia, no hay incentivos electorales para trazar estrategias políticas innovadoras. Somos el parlamento autonómico que más leyes aprueba por unanimidad, la comunidad autónoma con menor nivel de conflictividad social y una de las pocas que votaron en contra de entrar en la OTAN. Somos, sin duda, un lugar con su propio tempo de las cosas, su propio organismo, su propio mecanismo interno para la transformación cotidiana. Sin duda un ser vivo autopoiético.

Son tantos los miedos que hay ahí fuera, que vienen de todo el mundo, que mucho mejor que nos dejen como estamos. El canario guarda en su forma de ser una gran pretensión por la preservación, es consciente además de la limitación de lo que ocurre, en tanto además, y cada vez más, este lo puede contrastar fácilmente mirando por las ventanas del presente como está el mundo. Mucho peor que como estamos nosotros está este mundo.

En esa dinámica hay canarios que se cansan de no encontrar su espacio en este lugar, en tanto en cuanto el crecimiento como decimos es muy limitado, y las posiciones transitan dentro del mismo sistema, como me dijera una vez, en su etapa en la radio de Tenerife, el periodista palmero Javier Rodríguez y actual colaborador de Conecta Canarias: «Esto es una charca, amigo».

Canarias sin duda es de quien le apasiona, Manuel Hermoso o Ángel Víctor Torres por ejemplo, ¡o Manrique! Es tan difícil la pervivencia en este frágil entorno, que quienes toman lugar en determinadas posiciones difícilmente las sueltan, difícilmente les dejan soltarse, difícilmente llega alguien y es capaz de adelantar a quien dirige y pilota la pirámide de cualquiera de nuestros endogámicos y por tanto familiares espacios sociales. Quien convence al sentido común de algo permanece en estas islas por mucho tiempo en el poder. Y poder de verdad, cultural, intelectual y económico. No es ya que tengas que mandar algo a alguien, es que las cosas ocurren como tú necesitas.

Todo queda en casa, que diría aquel. En ese sentido, la novedad toma un valor más alto. La novedad adquiere una mejoría de tu posicionamiento social que no se puede hallar de ninguna otra manera en el Archipiélago. La cosa es quién tiene la capacidad de convencer a los canarios de que hagan algo nuevo. El canario no se fía ni del mar, ni casi de un hermano; el canario, digamos, sólo se fía de su mirada, pues su inocencia intrínseca no le permite otra cosa para preservarse.

Ya está. El IGIC se queda al 7% por la razón que los ayuntamientos de Canarias no podrían gestionarse con éxito si hay una bajada al 5%. No hay otra. A quienes gobiernan este archipiélago les encantaría bajar los impuestos más aún en las Islas. Igual que a quienes nos gobernaban les hubiera encantado crear impuestos nuevos en relación a la evolución que necesita urgentemente la sostenibilidad de nuestro territorio, modelo turístico, y por tanto económico, medioambiental y de vida.

Sin embargo aquí es tan difícil transformar las costuras, que ya les adelanto que así los canarios pobres van a seguir siendo pobres, y los canarios ricos van a seguir siendo ricos. Digo que cualquier avance en esta tierra yerma es propio sólo de los más valientes.

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