Opinión

Para brindar una solución es preciso simular un problema

Guardiola da instrucciones a sus jugadores en el partido ante el Arsenal.

Guardiola da instrucciones a sus jugadores en el partido ante el Arsenal.

Los futbolistas catalanes dominan el español. Por si sólo fuera una errónea apreciación de uno lo he consultado con algún amigo, que han coincidido conmigo: los futbolistas catalanes del Barcelona hablan ahora con total naturalidad español. Al mismo Guardiola siempre le oigo (redes) hablando en español, ya no dan a entender que apenas lo saben.

La fiebre patriótica etnolingüística tan pujante hace unos años parece haber remitido mucho, incluso queda bastante rebajada de referentes simbólicos: Xavi, Pujol, Piqué en todas partes, incluso Guardiola que tan perfectamente conectaron con la erupción etnicista y se sumaron al mainstream nacionalista de hace unos años, ahora reflejan la actual sociedad más sosegada, natural. Todo indica que la inmensa mayoría de la sociedad civil está muy alejada del submundo político de algunas de sus elites y los media, tributarios de la efervescencia política (su producto). De tal forma que hacen impensable que puedan darse fenómenos naturales a la sociología, las emociones, prioridades en la vida, como es que después de una experiencia golpista traumática pueda aparecer la frustración, cansancio, engaño, aburrimiento, decepción, cambio de objetivos, influencia del ambiente dominante. Esto sería lo más natural y objetivamente deducible, pero contra este estado de cosas, los cursos naturales y fases de los estados de opinión se rebelan la tropa de partisanos sanchistas y algunos medios.

Este fenómeno de elites deportivas y sociales, no me parece de menor significación que la atonía de las manifestaciones independentistas recientes y sus resultados electorales tan escuálidos, que son muestra clara del agotamiento del mayestático trance sugestivo. Los que nos teníamos por revolucionarios con Franco hablábamos del flujo y reflujo de los movimientos de masas, era parte del abecedario elemental, pero el sanchismo desconoce cualquier rudimento de izquierdas. Ahora mismo según los mossos de escuadra la violencia política se ha recrudecido, luego no se empatiza; la violencia genérica lo mismo, no conviven; las empresas huidas de Cataluña que no quieren regresar, les falta generosidad; los constitucionalistas se desencuentran; S´ha Acabat ni besan ni abrazan.

Alejandro Nieto en su libro Entre la segunda y tercera república dice que por comodidad política o pereza intelectual se piensa que suprimiendo la presunta causa originaria cesarán todos sus efectos. Pero no es aplicable a Sánchez y sus mariachis, ni hay pereza ni comodidad, sino calculo, intriga con la invención pedestre de una presunta causa originaria, que él atribuye a grupos ahora en decadencia que representarían a toda Cataluña y sus más profundos anhelos, al margen del conjunto de la sociedad española y catalana. Fraude de ley para mantener con siete votos (del 1,6% del electorado) el poder con argumentos de ñoñería humillantes.

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