Opinión

El último gobernador civil republicano de Tenerife

El último gobernador civil republicano de Tenerife

El último gobernador civil republicano de Tenerife / El Día

El próximo 13 de octubre hará 87 años que fue fusilado en Santa Cruz de Tenerife Manuel Vázquez Moro por el delito de cumplir con su deber de oponerse al golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la II República, al que, como gobernador civil, representaba en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Con la sublevación militar del 18 de julio de 1936, los dos gobernadores civiles de Canarias, ambos de Izquierda Republicana, son detenidos y encarcelados, siguiendo las instrucciones que había dado el general Franco antes de irse a Marruecos para hacerse cargo del Ejército de África e iniciar el Alzamiento. El de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Boix Roig, fue condenado a muerte, si bien a última hora una orden le conmutó la máxima pena, quizá porque, habiendo podido ordenar disparos a muerte contra Franco al pasar en un remolcador por delante del Gobierno Civil con destino al aeropuerto de Gando, se negó a hacerlo porque sus creencias le impedían hacerlo. El de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Vázquez Moro, fue ejecutado el 13 de octubre de 1936 con 35 años, al igual que la mayoría de gobernadores civiles republicanos de toda España, que fueron asesinados en muy breve plazo.

En todos los casos, la brutalidad de la sublevación militar llega a extremos inconcebibles, alcanzando a familiares, amigos y correligionarios, teniendo como única explicación la orden de exterminio de los más leales con la II República. La esposa de Vázquez Moro, Teresa Tamayo, que no pudo tener hijos, no recibió pensión alguna y falleció en la más absoluta miseria y soledad porque toda su familia se tuvo que exiliar a Argentina.

Los cambios de gobernadores civiles durante los cinco años (1931-1936) de la II República fueron muy frecuentes, lo que se explica por la época tan convulsa en que tuvo que sobrevivir, de tal manera que fueron once los gobernadores que se sucedieron en esos años, y así, por ejemplo, hubo uno que sólo duró cinco días, Rufino Blanco Fombona, del Partido Republicano Radical, nombrado el 14 de septiembre de 1933. El primero de todos, Enrique Izquierdo Jiménez, también del Partido Republicano Radical, fue nombrado el 22 de abril de 1931 y cesó el 19 de julio del mismo año.

Manuel Vázquez Moro, piloto de la Marina Mercante y teniente de Complemento, fue gobernador desde el 5 de marzo al 18 de julio de 1936. Antes había sido alcalde de Jerez de la Frontera (Cádiz), y en esos escasos meses tuvo que soportar la amenaza permanente de que muy cerca de su despacho en el entonces Palacio de Carta de la hoy Plaza de la Candelaria, el general Franco preparaba una sublevación militar en la Comandancia General de la Plaza Weyler, sin que pudiera evitar que meses más tarde Franco avalara su pena de muerte a propuesta por dos consejos de guerra, con 35 años de edad, paradójicamente por «delito consumado de rebelión militar», junto con su secretario particular, Isidro Navarro López, de 26 años; Domingo Rodríguez Sanfiel, de 33 años, presidente del Círculo de Amistad XII de Enero; y Francisco Sosa Castilla, de 26 años, que fueron llevados ante el piquete de fusilamiento a las 06:00 horas del 13 de octubre de 1936.

Además, y en concepto de responsabilidad civil, los ejecutados fueron condenados al abono solidario y mancomunado de quince mil pesetas a la familia del voluntario fallecido en el asalto al Gobierno Civil en la madrugada del 18 al 19 de julio de 1936, Santiago Cuadrado Suárez, y veinticinco mil pesetas al Estado, siendo acusado Vázquez Moro de propiciar la muerte del joven falangista, cuando hizo todo lo contrario, pedir a la población civil desde el balcón que se dispersara para evitar el derramamiento de sangre al que estaba dispuesto el ejército golpista.

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